Parar las tragedias
Desgraciadamente es abrumadora y desesperante la impotencia que sentimos los ciudadanos de a pie por nuestra incapacidad en la evolución de las grandes tragedias humanas (Chechenia, Bosnia, Ruanda, Etiopía... ), pero ha surgido una nueva que sí, podemos parar entre todos.Como saben, el Gobierno francés, con Chirac a la cabeza, se propone iniciar por su cuenta una nueva batería de explosiones nucleares en el océano Pacífico en septiembre de este mismo ano, con el objetivo de modernizar su arsenal nuclear. El hecho es gravísimo porque Francia quiebra así unilateralmente la moratoria del Tratado Global de Prohibición de Pruebas Nucleares (CTBT). Esta actitud es un argumento irrebatible y más que sobrado para que terceros países sigan sus mismos pasos, comenzando de este modo una nueva escalada nuclear que se había conseguido frenar y cuyas consecuencias serían. imprevisibles.En Japón, probablemente el país más sensibilizado del mundo contra el armamento nuclear por razones obvias, han iniciado un boicot a los productos franceses con el objetivo de impedir la reanudación de las pruebas. Me parece que es una medida extraordinaria, sencilla, pacífica, absolutamente legítima, proporcional a la gravedad de la situación y, lo que es más importante, don posibilidades de éxito, especialmente si otros ciudadanos en todas las partes del mundo nos sumamos a él. Estoy convencido de que deberíamos intentarlo y desde aquí invito a lectores de este periódico en otros países a enviar cartas similares a la prensa extranjera. Si no lo paramos entre todos, por desgracia tampoco lo harán nuestros políticos.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.