El Supremo convoca de urgencia a los jueces que decidirán si admiten la causa contra González

La Sala de Vacaciones del Tribunal Supremo decidió ayer, por unanimidad y de forma inesperada, habilitar los días 17 de agosto y siguientes para que el tribunal de admisión del caso GAL decida el futuro de la causa contra el presidente del Gobierno, Felipe González, y tres aforados más. El tribunal, integrado por el presidente de la Sala Segunda y dos magistrados, debe exa minar el dictamen del fiscal y decidir si admite a trámite la "exposición motivada" en la que el juez Baltasar Garzón acusa a González de un delito de creación de banda armada y otro de malversación.

La convocatoria urgente de la Sala de Admisión fue acordada por las excepcionales características del caso y después de tres horas de deliberaciones, A partir del día 17, los primeros pasos serán la declaración de competencia de la Sala Segunda y el nombramiento del magistrado instructor, cuestión que puede acabar con las vacaciones de todos los integrantes de la misma.Después de tres horas de deliberación de los seis miembros de la Sala de Vacaciones, el magistrado José Antonio Martín Pallín dio cuenta de que habían habilitado los días 17 de agosto y siguientes para que la Sala de Admisión estudie si tramita el caso GAL. Dado que el mes de agosto es inhábil a efectos judiciales, la Sala de Vacaciones se constituyó como Sala de Gobierno del Supremo y habilitó el citado periodo para que pueda reunirse la Sala Segunda.

La Sala de Vacaciones está compuesta este año por los magistrados Pedro González Poveda (presidente) y Jesús Marina Martínez-Pardo, José Antonio Martín Pallín, Ángel Alfonso Llorente Calama, Mariano Sampedro Corral y Javier Aparicio Gallego. La Sala de Vacaciones remitió a la Sala de Admisión los 200 folios de exposición y anexos de Garzón junto con el dictamen de cinco líneas del ministerio fiscal en el que afirma que la competencia corresponde a la Sala Segunda.

El acuerdo fue adoptado de forma inesperada. El presidente de la Sala Segunda, Fernando Cotta, y el magistrado de ésta en la Sala de Vacaciones, José Antonio Martín Pallín, estaban de acuerdo en continuar la tramitación del caso a partir de septiembre. Sin embargo, en la deliberación de la Sala de Vacaciones, los magistrados abordaron otras posibilidades.

Una fue que la propia Sala de Vacaciones, que por ley debe encargarse de todos los asuntos urgentes del mes de agosto, asumiese la competencia sobre la causa, posibilidad que fue desestimada porque de alguna manera supondría suplantar la voluntad de la Sala de Admisión.

También se barajó que la Sala de Vacaciones se pronunciase ahora sobre la admisión a trámite y que en septiembre la Sala Segunda nombrase instructor. Finalmente, se adoptó la solución, más conciliadora, de habilitar la segunda quincena del mes de agosto para que se pronuncie la Sala de Admisión.

Los integrantes de la Sala de Admisión, que celebrarán su primera reunión el mismo día 17, son el presidente de la Sala Segunda, Fernando Cotta, y los magistrados Francisco Soto Nieto y José Augusto de Vega Ruiz.

Su primera tarea será la de examinar el informe del fiscal Emilio Vez, en el que éste se pronuncia a favor de que la Sala Segunda asuma la competencia sobre la causa. Los tres magistrados tendrán que decidir si, en efecto, se declaran competentes y la admiten a trámite. Pero la misma excepcionalidad del caso abre a su vez un abanico de posibilidades. Los magistrados pueden pedir ampliación del dictamen al fiscal o dejar la admisión de la causa para septiembre y, antes de emitir un pronunciamiento, consultar la cuestión en Sala General a los 12 magistrados de la Sala Segunda.

Verificada, en su caso, la admisión a trámite, el paso siguiente sería el nombramiento del magistrado instructor. De éste depende prácticamente todo. A partir de su nombramiento, son hábiles todos los días laborables. El magistrado instructor es el que decide qué diligencias se han de practicar y su nombramiento seguramente se decidirá por el pleno de la Sala Segunda.

Antes del nombramiento, la propia Sala Segunda, en Sala General, tendrá que decidir las normas para establecer los turnos de instructores y ponentes, tal como habían apalabrado antes de las vacaciones. Revisadas en su caso las normas, será el momento de designar al juez instructor.

El magistrado instructor decide a partir de entonces los pasos a seguir, pero forzosamente tendrá que estudiarse los casi 5.000 folios de la causa y la "exposición motivada" de Garzón. Según fuentes del Tribunal Supremo, uno de sus primeros pasos consistiría en pedir al ministerio fiscal el informe sobre si aprecia indicios delictivos en la exposición motivada del juez de la Audiencia Nacional.

Interrogatorio voluntario

El paso siguiente sería el interrogatorio de los aforados. Se trataría de una invitación a declarar, ya que el Supremo no puede proceder contra ellos sin cursar al Congreso los correspondientes suplicatorios. No obstante, el aforado puede acudir voluntariamente al llamamiento del instructor.Fuentes judiciales indicaron que lo más rápido sería seguir la línea ascendente de la investigación de Garzón. Este sistema conduciría a iniciar los interrogatorios por el ex ministro del Interior, José Barrionuevo, al tratarse del aforado en el que concurren más acusaciones por parte de los procesados. En función de lo que se desprendiese del testimonio de Barrionuevo, seguiría, en línea ascendente, la investigación para los demás aforados.

La secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, consideró ayer "una buena noticia" la habilitación de la segunda quincena de agosto para que el Supremo trabaje en el caso GAL. El coordinador de IU, Mariano Santiso, también calificó la habilitación como "razonable y conveniente". El presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, Ramón Rodríguez Arribas, la estimó "normal".