Detenido en Suiza un amigo de Aldaya con 50 millones ocultos en su coche
El vecino de San Sebastián J. L. R. L., amigo del empresario José María Aldaya, que está secuestrado por ETA desde hace 90 días, fue detenido por aduaneros franceses el pasado 10 de julio en Fernay Voltaire, en la frontera franco-suiza, con 50 millones de pesetas ocultos en el maletero del coche, según informó la agencia Vasco Press. Los investigadores no descartan que ese dinero fuera parte del pago del rescate por la liberación de Aldaya, algo que ha negado la familia del industrial.
El portavoz de la familia, el sacerdote Inazio Altuna, afirmó que no se ha establecido ningún contacto con la banda terrorista ETA durante el secuestro , del que ayer se cumplieron 90 días. Recientemente, Altuna aseguró que la única señal que habían recibido de los captores de Aldaya fue la publicación en el rotativo vasco Egin de una foto del secuestrado.J. L. R. L. fue detenido después de que los aduaneros de la frontera franco-suiza registraran su coche, un turismo marca Mercedes, y encontraran el dinero. La cantidad estaba en moneda española y en una bolsa, oculto en la rueda de repuesto: 50 millones de pesetas en billetes de 5.000 y 10.000 pesetas. El detenido, que se justificó diciendo que esta suma procedía de la venta de una empresa en Irún (Guipúzcoa), fue puesto en libertad tras recibir un justificante de la cantidad requisada por los funcionarios de aduanas.
Carta manuscrita
El vecino de San Sebastián, amigo de Aldaya desde su juventud, llevaba una carta manuscrita dirigida a José María Aldaya, en la que, sin figurar su nombre, se hacía alusión al número de días que lleva cautivo y otros datos personales. Eso hizo sospechar a la policía francesa que el dinero podría estar destinado a los secuestradores de Aldaya, y que la carta podría haber sido entregada una vez que se hubiese producido el pago. Otras fuentes indican que se trataba de un escrito que el amigo del industrial pensaba enviar para su publicación en un periódico.Altuna afirmó que la detención de J. L. R. L. y la incautación del dinero no están relacionados con la familia Aldaya. "No tiene nada que ver con los familiares, nada con las gestiones que se pueden hacer para liberar a Josemari".
El portavoz de la familia Aldaya reiteró que los familiares no han tenido ningún nuevo contacto con ETA, y que están a la espera de una señal. Altuna se refirió a la posible relación de la cantidad incautada en la frontera suiza con un pago del rescate para decir que todo es un montaje y para decir que "para sí quisiera el cineasta Steven Spielberg una situación semejante".
La limitada capacidad financiera de los Aldaya llevó a un grupo de empresarios vascos del transporte a proponer la recaudación de dinero en el sector para pagar el rescate. La propuesta salió de un grupo de transportistas a la vista de que las peticiones de la banda terrorista superaban con mucho lo que podía pagar la familia del secuestrado. En ese sector existe la convicción de que el secuestro del empresario hondarribitarra es un chantaje al conjunto de los transportistas del País Vasco.
Protesta ciudadana
Por otra parte, la protesta ciudadana por el secuestro de Josemari Aldaya aumenta a lo largo de la semana en las calles donostiarras. El próximo martes, y coincidiendo con la fecha en que se cumplen tres meses del secuestro del empresario vasco, las asociaciones pacifistas han convocado una manifestación. Estos grupos piden a los ciudadanos que acudan masivamente para "demostrar que la cultura de la paz está en la calle".Los trabajadores de Alditrans, empresa de la que es propietario Jose María Aldaya, creen que a medida que van pasando los días se está reactivando la respuesta de la sociedad frente al secuestro. El portavoz de la empresa Enrique Cercadillo considera que los que acuden a sus concentraciones están convencidos en pedir la libertad de Jose María Aldaya y que cada día que pasa, señala, 9a gente acude más solidaria y en mayor número".
Las manifestaciones en pro de la libertad del empresario secuestrado se suceden, al igual que lo hacen las contramanifestaciones convocadas por Herri Batasuna y su entorno, que concentran a sus simpatizantes a pocos metros de los pacifistas con la intención de reventar los actos.
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