EL VIAJE DE CELEDÓN
La ciudad de Vitoria, se estremeció ayer cuando al filo de las seis de la tarde asomaron en lo más alto de la iglesia de San Miguel el paraguas y el puro de Celedón. Este muñeco, que desde 1957 se desliza con atuendo festivo por encima de unas 40.000 personas, es el pistoletazo de salida de las fiestas de la patrona de Vítoria: la Virgen Blanca. Celedón, vestido de blusa (atuendo que imita al de los aldeanos de la provincia), fue aclamado en medio de un verdadero baño de champaña y puros que año tras año se abren y encienden para celebrar el inicio de la juerga. Tras su viaje en el cable que le, hace descender desde la iglesia hasta una ventana de la plaza del mismo nombre que la patrona, el muñeco fue sustituido por Celedón de carne y hueso, el joven Iñaki Landa. El verdadero momento estaba aún por llegar. Landa tuvo que cruzar los 200 metros que separan un extremo de la plaza del gran balcón de la iglesia, donde, junto al alcalde de la ciudad, José Ángel Cuerda, lanzó el chupinazo definitivo-
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