Mal busto
Parque de Berlín. Protegido. por un piadoso seto, un piano de piedra berroqueña sustenta un patético busto que, más que homenaje a Beethoven, podría considerarse escarnio y mofa del músico de Bonn. Pétreo y sordo, el artista tan tristemente evocado no se acercará jamás al mudo instrumento que le rememora y que parece erigido por un mortal enemigo de la música y de la estética.
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