Conmoción social tras el asesinato de tres niños en el Reino Unido
Polémica sobre el equilibrio entre libertad y protección infantil
Los brutales asesinatos de dos niños y una niña, ocurridos el pasado sábado en Inglaterra y Gales, respectivamente, han hecho cundir la alarma entre las familias británicas. En pleno periodo vacacional y con los más pequeños dedica dos a jugar sobre todo fuera de casa, policía, autoridades locales y psicólogos tratan ahora de ponerse de acuerdo sobre la mejor. forma de protegerlos. Los agentes han pedido a los posibles testigos de ambos crímenes que acudan a comisaría. En la noche de ayer, la policía acusó a un hombre de 36 años del asesinato de los dos muchachos.
En su búsqueda del equilibrio entre diversión y seguridad, todos los expertos coinciden en que no se puede privar de independencia a un niño. Ante las tres muertes, sin embargo, la policía ha aconsejado a los padres que vigilen más a sus hijos. Por lo menos hasta que los culpables sean detenidos. Arthur Todd, alcalde de Llandudno, el enclave playero galés, donde murió Sophie Hook, de siete años, no ha necesitado consultar a nadie. "Siempre he dicho que es mejor estar a salvo que lamentarlo luego", ha asegurado.Sus palabras y el rostro de Julie, la madre de Sophie, la niña secuestrada, violada y es trangulada en la playa, han sacudido a todos los británicos. La pequeña fue sacada de la tienda de campaña donde dormía con su hermana Jemma, y su primo, Luke, en el jardín de la casa de su tío. Su cuerpo fue hallado luego tendido sobre la arena en una zona muy concurrida estos días por familias de vacaciones. Nadie oyó nada y los detectives creen que el asesino es alguien de la propia comunidad. Según ellos, el hallazgo del pijama y los calcetines que llevaba puestos Sophie sería de gran ayuda. Fue brutalmente violada y en sus ropas puede haber restos del semen, sangre o cabellos de su captor.
Julie Hook ha implorado temblorosa la colaboración de todos sus vecinos frente a las cámaras de televisión. "Sophie no pudo haber recibido, ni dado más amor en este mundo", balbuceó.Los oficiales que buscaban al asesino de Paul Barker, de 13 años, y de Robert Gee, de 12, apuñalados el sábado mientras pescaban, acusaron ayer por la noche de este crimen a Steven David Heaney, de 36 años. Se trata de un vecino que dijo haberlos visto y aconsejado dirigirse al estan que donde luego fueron hallados los dos cadáveres. Las familias de ambos niños han pedido también públicamente ayuda, "para que sus muertes no hayan sido en vano".
Ambos muchachos salieron de excursión con sus bicicletas de montaña y un completo equipo de pesca. El estanque adonde se dirigían es un lugar muy visitado por chicos de su edad durante el verano. El cadáver de Robert fue hallado a primeras horas del domingo en el bosque. Hacia el mediodía apareció el cuerpo de Paul a varios metros de distancia.
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