Los polacos se alejan claramente de la influencia de la Iglesia católica

Sólo un 47% de los polacos está de acuerdo con las actividades de la Iglesia católica. Este dato, facilitado el lunes por el centro de demoscopia CBOS, viene a confirmar una tendencia general registrada durante la transición política del país. En una lista que refleja las instituciones hacia las que la población manifiesta más confianza, la Iglesia -en otros tiempos el símbolo de la independencia nacional y la lucha por la democracia- se sitúa tras la radio y la televisión, el Ejército, la policía y el Defensor del Pueblo.Según el sondeo, un 42% de los polacos desaprueba lo que la Iglesia hace en la patria del papa Juan Pablo II. Hace cinco años, cuando caía el régimen comunista, el índice de aprobación de la Iglesia alcanzaba un 90%. Un año más tarde su apoyo social bajó al 75%.

Para los sociólogos, la crisis en las relaciones entre los polacos y la Iglesia es consecuencia de la injerencia de la jerarquía en la vida política. A finales del pasado año, según el instituto especializado OBOP, casi el 90% de los polacos consideraba que la Iglesia desempeñaba "un papel importante en la vida política del país". Más de la mitad de los polacos opinan ahora que la Iglesia debería abstenerse de toda actividad política.

Estas opiniones tienen, con toda seguridad, que ver con la gran campaña de la Iglesia contra el aborto desatada cuando el Parlamento estaba elaborando la respectiva ley. También generó un fuerte descontento la introducción de las clases de religión en las escuelas públicas, así como la recuperación por la Iglesia católica de una parte de los bienes expropiados por los comunistas: es la única institución religiosa beneficiada de momento por esa medida.

"Guerra contra Dios"

"En Polonia se ha librado una guerra contra Dios y la, Iglesia. Nosotros no tenemos miedo a esa guerra", declaró el pasado año el primado de Polonia, Jozef Glemp. Mientras tanto, casi tres cuartas partes de la sociedad temen que la Iglesia haya librado una guerra contra los principios del Estado laico, según se desprende de la encuesta realizada por el instituto CBOS.Un 58% de los polacos opina que uno puede ser "un buen católico sin ir a misa". En un 97% de los hogares polacos hay símbolos religiosos, pero casi un 70% de los encuestados por CBOS condena la prohibición de los contraconceptivos, un 56% se opone a la prohibición del aborto y un 54% acepta las relaciones sexuales "prematrimoniales".

El descontento con las intervenciones directas de la Iglesia en la política no significa, sin embargo, una negación total de su papel. Curiosamente, entre 1991 y 1994 el porcentaje de los polacos que opinan "que las autoridades del país deberían guiarse por los principios cristianos" creció del 37% al 44%.