Butros-Gali delega en sus jefes militares de la ONU en Bosnia la decisión de atacar a los serbios
El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, se ha plegado A las peticiones de la OTAN. La decisión final de los bombardeos sobre posiciones serbias ya no dependerá de él en última instancia, sino de su jefe militar en la antigua Yugoslavia, el general francés Bernard Janvier, quien, a su vez, podrá delegar en el jefe militar de los cascos azules en Bosnia-Herzegovina, general Rupert Smith. Este cambio en la estructura de mando agilizará cualquier decisión, impidiendo la parálisis que ha limitado la eficacia del aparato militar de la OTAN en Bosnia.
El anuncio fue hecho por Ahmad Fawzi, el portavoz de ButrosGali. "Para flexibilizar la toma de decisiones de la cadena de mando de las Naciones Unidas cuando el uso de la fuerza aérea sea necesario, el secretario general ha decidido delegar su autor¡daden, este asunto en sus comandantes sobre el terreno". Fawzi, que leyó un comunicado, añadió que esta autoridad delegada iba a parar al general Janvier y que "tenía efecto inmediato".El propio presidente de EE UU, Bill Clinton, alabó la decisión del secretario general, que calificó de "buena". Su secretario de Estado, Warren Christopher, indicó que representaba una mejora del sistema actual de la doble llave.
. Este poder delegado incluye la petición de apoyo aéreo cercano cuando los cascos azules son atacados, y podrá ser delegado a su vez en el general Smith. Éste y Janvier, su superior en las Fuerzas de Paz en la ex Yugoslavia, han discrepado con frecuencia sobre la línea a seguir. El británico Smith es partidario de una postura firme ante los serbios, mientras que Janvier actúa más moderadamente, de acuerdo con el plenipotenciario de ButrosGali en la zona, Yasushi Akashi.
Estos cambios hacen más creíbles los acuerdos de la reunión de la OTAN. En ella se dijo que los aviones de la Alianza Atlántica bombardearán "sin piedad" y "masivamente" objetivos serbobosnios si las tropas de Radovan Karadzic perpetran nuevos secuestros de cascos azules en cualquier punto de Bosnia-Herzegovina como ha sucedido tres veces en el último año. También lo harán si fracasan los otros mecanismos de defensa de los enclaves bosnios, teóricamente protegidos por las resoluciones de, la ONU. Los 16 países de la OTAN son unánimes en que esta escalada no se detendrá aunque cueste la vida a soldados o civiles.
El detallado plan militar aprobado por los 16 embajadores se desarrolla en tres fases. Las dos primeras son suaves: defensa en tierra de las fuerzas de la ONU, protección de Gorazde y las otras zonas seguras con infantería y artillería, apoyadas por ataques aéreos limitados. Éstos estarán marcados por un esquema de progresividad o escalonamiento, "desde el bombardeo muy selectivo de las piezas agresoras que han disparado hasta el ablandamiento de todas las instalaciones vinculadas a esas piezas, como puestos de mando o almacenes de armamento", precisan. Ambas fases dependerán ahora de Javier y de la OTAN.
El pase a la tercera fase de intervención militar es el más comprometido. Comprende un plan detallado de bombardeos masivos, con carácter de represalia, sobre las fuerzas militares de Karadzic, sus vías de aprovisionamiento, la red viaria serbobosnia e incluso la destrucción del palacio presidencial de Pale", especifican fuentes aliadas. "Bombardearemos sin piedad y masivamente", como sudedió en la guerra del Golfo, ilustran.
La 'Ietra pequeña'
La tercera fase se abrirá paso únicamente en dos hipótesis, explican fuentes de la OTAN. Primera, si fracasan las dos anteriores, es decir, por ejemplo, si las fuerzas convencionales son insuficientes para defender Gorazde. Segunda, si las bandas serbobosnias perpetran nuevos secuestros de cascos azules.
El interrogante para abrir la tercera fase es si exigirá el acuerdo o no de la ONU o bastará con la nueva cadena de mando simplificada.
Lo que está claro es que no será necesario acudir de nuevo al Consejo de Seguridad, "porque las resoluciones de la Alianza no requieren nuevas resoluciones de este organismo, sino que se apoyan en otras anteriores ya aprobadas, con lo cual no hay riesgo de veto de Rusia", afirmó ayer tajante el presidente de turno de la UE, Javier Solana.
Los bombardeos serían masivos y continuados. "Una vez iniciados, no se verán interrumpidos a la ligera, la OTAN, está decidida a afrontar los riesgos inherentes", manifestó en la madrugada de ayer su secretario general, el belga Willy Claes. Eso significa que los Dieciséis fueron unánimes en que esta vez no caerán en la trampa de suavizar la respuesta para evitar que se ponga en peligro la vida de soldados o civiles como ha sucedido hasta ahora, asegura un funcionario.
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