Ernest Mandel, economista y dirigente trotskista
Ayer murió en Bruselas, a la edad de 72 años, Ernest Mandel, economista y dirigente de la IV Internacional. Nacido en Francfort en el seno de una familia judía, su vida y su obra estuvieron dedicadas, desde su joven incorporación a. la resistencia antinazi, al esfuerzo constante por reconstruir un marxismo radical y abierto, diferente tanto de la socialdemocracia como del estalinismo. Desde hacía tiempo trabajaba también como director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Libre de Bruselas, en su sección flamenca.Sus escritos fueron numerosos, destacando los dedicados a la actualización de los conceptos y categorías básicas del marxismo, buscando siempre despojarlos de todo dogmatismo. Su Tratado de economía marxista, publicado en 1962, tuvo una amplia difusión en numerosas lenguas y ejerció gran influencia en una parte nada despreciable de la nueva generación de economistas críticos. Esta obra fue seguida por otras como La formación del pensamiento económico de Marx, 'El capital', cien años de controversia en torno a la obra de Karl Marx, Las ondas largas del desarrollo capitalista y, sobre todo, El capitalismo tardío. Esta última constituye, como ha subrayado Perry Anderson, "el primer análisis teórico del desarrollo global del modo de producción capitalista desde la Segunda Guerra Mundial, concebido dentro del marco de las categorías marxistas clásicas".
Otras obras de relieve fueron El significado de la Segunda Guerra Mundial, Sobre el fascismo, Control obrero, consejos obreros y autogestión obrera, Crítica del eurocomunismo, De la Comuna a Mayo del 68 y Marxismo abierto.
A raíz del comienzo de la perestroika escribió Adónde va la URSS de Gorbachov y, luego, El poder y el dinero. En ambas trató de poner al desnudo las contradicciones del sistema soviético, argumentando a favor de una "tercera vía" alternativa a la planificación burocrática y a la reinserción en el capitalismo.
Pero toda su actividad intelectual estuvo unida a un compromiso práctico con la organización de la que era uno de sus más conocidos dirigentes, la IV Internacional. En 1964 fue expulsado del partido socialista belga por "trotskista"; luego apoyó a la revolución cubana y mostró su solidaridad con el Che en su polémica con Charles Bettelheim; más tarde fue expulsado de Francia a raíz de su participación en la revuelta de Mayo del 68 y, posteriormente, también lo fue de las dos Alemanias. En España estuvo en diversas ocasiones desde 1976, participando en foros universitarios y políticos de todo tipo y apoyando en especial a la Liga Comunista Revolucionaria (hoy, Izquierda Alternativa).
Su doble labor como economista y revolucionario le condujo a una intensa actividad por todo el mundo que terminó afectando a su salud en los últimos años. Su firmeza exenta de sectarismos en la defensa de sus ideas y su admirable "optimismo de la voluntad" le permitieron ganar, más allá de las diferencias políticas, gran simpatía y afecto entre la gente que tuvo la suerte de conocerle.- profesor, titular de Ciencia Política de la UNED
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