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Uno de cada tres rusos es pobre de solemnidad

Pilar Bonet

El Gobierno ruso se ha visto obligado a reconocer que la transición a la economía de mercado se está llevando a cabo a costa de un empobrecimiento de amplios sectores de la población, un 30% de la cual (44,5 millones de personas) tiene ingresos inferiores al umbral de pobreza de 277.000 rublos (7.350 pesetas) mensuales. Así lo señalan datos del Comité Estatal de Estadística difundidos ayer con ocasión de la comparecencia del jefe del Gobierno, Víktor Chernomirdin, ante la Duma estatal (Cámara baja del Parlamento) para informar de la situación socioeconómica en el país.Durante la sesión, Chernomirdin tuvo que afrontar un abucheo de los diputados nacionalistas, que rechazaron su política de diálogo para acabar con la guerra de Chechenia. Uno de los diputados, Nikolái Lisenko, calificó a Chernomirdin de "traidor". Las conversaciones entre la delegación rusa y los chechenos independentistas se reanudarán hoy en Grozni, después. de que los representantes de Moscú perfilaran sus posiciones en una reunión mantenida el martes con el presidente Borís Yeltsin en el hospital Clínico Central de Moscú, donde se encuentra internado tras haber sufrido un ataque al corazón.

La aprobación del nuevo salario mínimo de 55.000 rublos (1.440 pesetas), que Yeltsin pidió ayer a la Duma, difícilmente mejorará la situación social, ya que equivaldrá a algo más de la mitad del precio de un abono mensual al transporte público de Moscú (96.000 rublos a partir de agosto). Hoy, el salario mínimo en Rusia es de 43.700 rublos.Descenso de la renta

Ante la Duma, Chernomirdin fue moderadamente optimista. Constató que los ingresos de los rusos (en términos reales) descendieron un 25% desde septiembre de 1994 a marzo de este año, pero aseguró también que la situación ha comenzado a corregirse y que los ingresos suplementarios del presupuesto estatal se emplearán en incrementar los sueldos de funcionarios y militares. En plena campaña electoral en la que el primer ministro participa directamente, el Gobierno planea también subir las pensiones de jubilación hasta un mínimo de 105.000 rublos al mes. Uno de los problemas sociales más graves en la actualidad son las largas demoras en la percepción del salario, que afecta a millones de personas. Las deudas gubernamentales en concepto de salarios suponen seis billones de rublos.

La recuperación de algunas ramas industriales (siderurgia, química y construcción de viviendas) ha sido acogida con euforia por el Gobierno, pero el descenso ha continuado tanto en lo que se refiere a la producción industrial en su conjunto (un 3%) corno en el producto nacional bruto (un 4%) durante los seis primeros meses del año, si bien estos índices son muy inferiores a los que se registraron en el mismo periodo del año anterior.

La inflación en julio será de un 5,5%, según las expectativas expresadas ayer por Chernomirdin, que están muy por debajo del 1% calculado para dar satisfacción al Fondo Monetario Internacional y recibir un crédito de 6.700 millones de dólares (800.000 millones de pesetas).

Tampoco las inversiones extranjeras están al nivel deseado por el Gobierno (1.000 millones de dólares anuales, en lugar de los 10.000 millones o 15.000 millones de dólares de previsiones), y los ingresos en concepto de privatización están muy por debajo de lo calculado.

Para Chernomirdin, el factor más positivo registrado en la economía en los últimos tiempos es el fortalecimiento del rublo. Las autoridades rusas esperan poder mantener las fluctuaciones del rublo entre los 4.300 y las 4.900 unidades por dólar hasta principios de octubre.

El jefe del comité del presupuesto y finanzas, Mijaíl Zadórnov, manifestó que el Gobierno sólo ha financiado entre un 65% y un 70% de los gastos sociales y un 50%-55% de los gastos de Defensa previstos en el presupuesto. Según Zadórnov, el sueldo real descendió en un 30% en un año y los ingresos de la población se redujeron en un 30%. La situación es tal que, en la región de Arjángelsk (en el norte de Rusia), los niños son alimentados con pienso por falta de recursos, manifestó Serguéi Glázev, el jefe del comité de Economía de la Duma. Serguéi Yushenkov, jefe del Comité de Defensa, dijo que los soldados pasan hambre y que las familias de los oficiales se pueden incluir en la capa de población con ingresos inferiores al umbral de pobreza.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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