Vaya rostro
CALLE DEL COMANDANTE ZORITA.Sobre la rugosa corteza de un desmonte que desmiente la pretendida modernidad de esta calle con su inequívoco aspecto de chapuza, un artista anónimo ha cincelado sus monstruos: rostros terrosos, rudos, primitivos y contemporáneos. Creaciones efímeras, que permanecen -gracias a la consabida desidia de la burocracia municipal- inscritas sobre este extemporáneo terraplén, criaturas agrestes y aborígenes que acechan a los viandantes desprevenidos.
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