Aznar apoya en París la reanudación de las pruebas nucleares francesas

El presidente del Partido Popular (PP), José María Aznar, apoyó ayer en París la reanudación de los ensayos nucleares franceses. "No voy a sumarme a ninguna crítica fácil en este asunto", dijo. "La fuerza nuclear francesa cumple una misión que beneficia a toda Europa y creo que [la reanudación de los ensayos] es una decisión respetable", afirmó el líder conservador en el patio del palacio del Elíseo, después de entrevistarse durante una hora con el presidente francés, Jacques Chirac.

La posición de Aznar sobre los ensayos nucleares se diferencia de la del presidente del Gobierno, Felipe González, que en la cumbre de Cannes, a finales de junio, formuló una tímida crítica de la iniciativa, pero no se sumó a una gestión colectiva de denuncia promovida por países escandinavos y Austria. Chirac ha decidido que entre septiembre y mayo de 1996 Francia llevará a cabo ocho pruebas nucleares.Chirac no esperó a Aznar en la escalera del palacio, como suele hacer con los jefes de Gobierno europeos, pero le acompañó hasta la salida y le despidió muy cordialmente. "Chirac y yo mantenernos una relación muy buena y ya antigua", explicó el presidente del PP. Señaló que en su reunión habían abordado Ias relaciones franco-españolas, que son buenas y pueden ser mejores en el futuro"; la construcción europea, "sobre la cual el presidente de la República y yo mantenemos una total identidad de criterios", y la crisis de Bosnia.

"La propuesta del presidente Chirac sobre una acción militar occidental en Bosnia me parece positiva y llena de coraje", declaró Aznar, aunque matizó inmediatamente que se sentía "muy pesimista sobre las posibilidades de realizar una intervención efectiva". "Por lo que sé, no creo que se pueda hacer nada en Bosnia. La ONU ha sido humillada, la OTAN ha sido humillada y la Unión Europea ha sido humillada", manifestó.

Emplazó, en cualquier caso, al Gobierno español, que ocupa la presidencia semestral de la Unión Europea, a "hacer algo, emprender alguna iniciativa respecto a la terrible situación de Bosnia". "En caso de que hubiera una acción militar concreta [contra las fuerzas serbo-bosnias] sería muy difícil tomar la decisión de enviar o no tropas españolas", reconoció.

Sobre la situación doméstica en España, Aznar insistió en que era necesario "pasar página cuanto antes". "La ruptura del pacto con Convergència i Unió sitúa al Gobierno ante su propia responsabilidad. Ahora debe decidir [el Ejecutivo] si está en con diciones o no de seguir gobernando", declaró en el Quai d'Orsay tras su segunda entrevista parisina, esta vez con el ministro de Asuntos Exteriores, el giscardiano Hervé de Charette.

El presidente del PP señaló que las nuevas acusaciones del ex jefe de Policía de Bilbao, Miguel Planchuelo, acerca de la responsabilidad del ex ministro José Barrionuevo y el ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, creaban "una situación terrible". "El país no puede seguir así", agregó. Prefirió no definirse sobre hipotéticas mociones de censura: "Este no es lugar para hablar de eso".

El líder conservador hizo hincapié en la "feliz resolución" de la crisis del PP en Baleares: "Siento decepcionar a quienes han hablado y escrito de desafíos, pulsos y escisiones, que ahora, supongo, tendrán que rectificar. He aceptado la dimisión de Gabriel Cañellas [como presidente de la Comunidad Balear y del PP regional] porque políticamente es lo mejor, incluso para el propio Cañellas, que podrá salvaguardar en su activo el mérito de haber sido un excelente presidente para Baleares".

"Estoy muy satisfecho por el comportamiento del PP balear y, desde luego, no pienso desaprovechar el capital político acumulado por Gabriel Cañellas", concluyó.