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El Estado instalará 48 kilómetros de tuberías en la capital para regar parques con aguas residuales

José Manuel Romero

Los parques de Madrid dejarán de chupar de los embalses de la región en menos de dos años. El Ministerio de Obras Públicas invertirá en ese plazo 3.000 millones de pesetas para aprovechar parte del agua usada y desechada de la capital. ¿Cómo? Instalando en el subsuelo una red alternativa de 48 kilómetros de tuberías con origen en la depuradora de La China -de donde tomará el agua residual tratada y desinfectada- y destino en los principales parques.

En los parques madrileños, por otro lado, se construirán depósitos para almacenar el líquido de segundo uso con el que se regarán las praderas y los árboles. El objetivo es que la hucha de agua de Madrid salga ganando y rentabilizar al máximo el consumo de este preciado elemento, sobre todo en épocas de escasez o de sequía.La Confederación Hidrográfica del Tajo, que ejecutará este proyecto, calcula que 3.000 millones de litros, que actualmente se vierten al río Manzanares después de ser depurados, alimentarán cada año a las principales zonas verdes de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid añade que el porcentaje que se aprovechará para el riego de parques supone tan sólo el 10% del volumen total de agua tratada en la depuradora de La China. "El cauce del Manzanares no se resentirá", concluyen.

Concurso convocado

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El Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, que dirige José Borrell, convocó el concurso para ejecutar esta idea el pasado 19 de mayo, con un precio de licitación máximo de 3.002 millones de pesetas. En un mes las autoridades estatales esperan adjudicar este proyecto para Madrid, que será pionero en toda España.

"Estamos iniciando algo que nuestros hijos van a agradecer cuando sean mayores", vaticina Enrique Noaín, presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo. "Es el germen de futuras ampliaciones. Lo ideal será que dentro de unos años haya dos redes de agua: una lujosa, para el consumo humano, y otra residual, para lavar coches, baldear las calles o alimentar los sistemas de refrigeración", aventura el presidente de este organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas.

Este revolucionario sistema para mantener vivas las zonas verdes supone, según los actuales dirigentes municipales, un "importante ahorro ecológico". Cada metro cúbico de agua residual depurada y desinfectada cuesta 30 pesetas y, además, no merma las reservas para uso doméstico que guardan los embalses de la Comunidad de Madrid.

Cada metro cúbico de agua potable, que sirve ahora tanto para el consumo humano como para regar parques o limpiar calles, cuesta a los usuarios 129 pesetas.

En esta cantidad se incluyen los costes de aducción, distribución, saneamiento y depuración, según los responsables del Canal de Isabel II.

Este organismo, dependiente de la Comunidad, aceptó hace algunas semanas la petición de una cooperativa de regantes para tomar agua de una depuradora. Los agricultores tuvieron que pagar 20 pesetas por cada metro cúbico.

Las aguas de la depuradora municipal de La China que bañarán los parques serán sometidas a una especial purificación. Es la única manera de evitar que su llegada a los jardines ocasione daños irreparables a la flora. "Será desinfectada con ozono para eliminar los ele mentos patógenos. De no ha cerlo así podríamos amarillear las praderas y los árboles", explica Noaín.

La primera fase del proyecto alcanzará a 18 parques, entre ellos el Retiro (118 hectáreas), y a un total de 295 hectáreas de zona verde.

En una segunda fase, los ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Tajo esperan llegar incluso hasta la Casa de Campo, que se extiende por 1.722 hectáreas.

La gestión de la futura red de riego ecológico todavía no tiene dueño. El Ayuntamiento de Madrid y el Canal de Isabel II pugnan por la administración del nuevo sistema. Enrique Noaín asegura que esta disputa encontrará pronto una solución satisfactoria.

Una tela de araña prendida en los árboles

La tela de araña de tuberías que el Ministerio de Obras Públicas pretende desplegar por Madrid para unir sus principales parques con la depuradora de La China aprovechará alguno de los caminos subterráneos que la ciudad ya utiliza.La nueva red de abastecimiento de agua residual tiene una longitud de 44.310 metros. Los ingenieros han previsto pasar por los colectores de la capital 7.480 metros de tuberías (el 17% del total). Otros 8.360 metros (19%) discurrirán por las galerías de servicio que poseen el Ayuntamiento de Madrid, el Canal de Isabel II y la Dirección General de Carreteras. Los 28.470 metros restantes obligarán a zanjar algunas zonas de la capital, aunque los técnicos piensan aprovechar el lecho del Manzanares como columna vertebral de la nueva red y muchas partes de tierra y jardines. Sólo el 17% de las tuberías proyectadas atravesarán calzadas y aceras.

Para ahorrar energía se han dispuesto 18 depósitos en los 18 parques y jardines que van a recibir el agua depurada para el riego ecológico. El bombeo del caudal de La China alcanzará los 29 litros por segundo y se ejecutará en las horas del día cuando las tarifas eléctricas son más baratas. De los 18 depósitos hay algunos diminutos, como el de 400 metros cúbicos previsto para Prado-Recoletos. Los hay también gigantes: el Retiro tendrá dos depósitos de 7.000 metros cúbicos cada uno.

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