Telefónica puede dar televisión cuando quiera, según la Administración

La Compañía Telefónica puede empezar a ofrecer el servicio de televisión por cable cuando quiera, lo mismo que otros operadores que ya lo están haciendo. Así lo dijo ayer la secretaria general de Comunicaciones, Elena Salgado, quien alega para ello la doctrina del Tribunal Constitucional. Este último ha dictado numerosas sentencias en las que protege el derecho a las emisiones de televisión por cable, aunque no exista en España ley alguna que regule esa actividad.El comentario de la secretaria de Comunicaciones se produce después de que Telefónica haya preguntado al Ministerio de Obras Públicas, como autoridad reguladora, si existe algún impedimento legal para servir televisión por cable a través de sus redes. La respuesta de Salgado, en el sentido de que no hay tal impedimento, se produjo en el marco de un curso veraniego de la Universidad Complutense.

De este modo, el Ministerio de Obras Públicas no sólo contesta en público a la pregunta de un operador, sino que deja claro que no piensa redactar un nuevo texto legal sólo para regular la televisión por cable.

Como se ha informado, la, posibilidad de convertir el actual proyecto de ley de telecomunicaciones por cable, en una simple ley de televisión por cable, fue anunciada por el propio Felipe González a finales del mes pasado, tras el veto expresado por Convergéncia í Unió a aquel proyecto de su Gobierno.

Una cuestión política

Ese veto pretende lograr que las telecomunicaciones por cable sean una competencia de las comunidades autónomas y no de una autoridad central; así como evitar la preeminencia que el proyecto de ley da a Telefónica como operador de cable.Pero una regulación exclusiva de la televisión por cable, que aplazara la de otros servicios, haría poco menos que imposible la competencia con Telefónica, que dispone ya de una red de fibra óptica que une los principales núcleos de población de España. Por otra parte, la perspectiva de una norma europea que liberalice las comunicaciones por cable, a partir del próximo año, es otro de los elementos que pueden condicionar el escenario.

Mientras se sustancia el bloqueo político que sufre el proyecto del cable, el placet a Telefónica desde el departamento que dirige José Borrell sitúa a dicha compañía en una teórica igualdad de condiciones con otros operadores, también de procedencia pública, que toman posiciones a gran velocidad para el futuro mercado del cable sin esperar a ley alguna. Es el caso de ENDESA, con sus alianzas estratégicas y las negociaciones que ha desarrollado con Antena 3 Televisión y con la telefónica norteamericana US West; esta última candidata, a su vez, a operar la red de cable de Barcelona, que el equipo dirigido por el alcalde de esta ciudad, Pasqual Maragall, se dispone a conceder en otoño próximo.

Ayer mismo, la intervención de Elena Salgado en dicho curso fue seguida por la de Lluis Recoder, miembro de la minoría catalana en el Congreso, y la de Joxe Joan González, del PNV, quienes reiteraron el "centralismo" y el "espíritu intervencionista" que ellos aprecian en el paralizado proyecto gubernamental de telecomunicaciones.

Sólo veinticuatro horas antes de toda esa catarata de opiniones, el BBV había presentado un informe sobre autopistas de la comunicación. Javier Gúrpide, vicepresidente de dicho banco -una de las entidades financieras que han mejorado su posición en Telefónica- y Jorge Pérez, decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones, señalaron que en el tema del cable debe aplicarse una visión de Estado "porque nos jugamos las infraestructuras del siglo XXI".