Cinco policías mueren en una emboscada en el Estado de Guerrero

Cinco policías murieron el viernes en una emboscada en el Estado mexicano de Guerrero. Se trata de la tercera matanza perpetrada en ese lugar del país próximo al Pacífico en menos de diez días. Este nuevo hecho violento en una de las zonas de México más pobres y más castigadas por el narcotráfico eleva ya a 34 el número de muertos, en su mayor parte campesinos indígenas, en poco más de una semana.Aún no repuesto el Estado de las ejecuciones sumarias del pasado día 28 de junio, en que policías estatales dieron muerte en una carretera a 19 miembros de una organización radical de campesinos e hirieron a otros 20, y cuando el dolor sacude aún al poblado de San Rafael, donde el 5 de julio último fue asesinada a tiros una familia de 12 miembros, la violencia llega ahora al municipio de Olinalá, en la comarca conocida como la Montaña.

Los hechos ocurrieron después del mediodía. Según testigos presenciales, los policías fueron atacados en una emboscada por desconocidos cuando se dirigían en un vehículo a hacer unas diligencias con un funcionario del ministerio público.