Orgía de teclados

Hasta cinco teclados a la vez sonaron. Fito Páez presentaba en directo su último disco, Circo Beat, pero más que un circo, aquello fue una orgía de teclas qué estandarizó, aun más si cabe, la ya de por sí tremendamente ortodoxa línea musical de Fito. Además del guitarrista impresionante, Carambula, una corista de auténtico lujo, Claudia Puyo, y la colaboración especial de Pedro Guerra, que interpretó junto a él el tema de Mercedes Sosa Yo vengo a ofrecer mi corazón. Rizando el rizo, buena parte del público lo formaba la comunidad argentina en Madrid en pleno delirio. Estuvo también buena parte de la jet set musical española, e incluso Caetano Veloso. Veamos... ¿faltaba algo o alguien? Sí. Un buen sonido, ya que se produjo el curioso fenómeno de que se oía peor dentro de la sala que fuera, en la calle.Fito ofreció un puñado de excelentes canciones, todas éxitos y rallando la perfección de un canon, que empieza en las clásicas armonías de los Beeatles y concluye en el profundo amaneramiento -a ratos, muy empalagoso- robado a Prince. Hermosísimas canciones como , 11 y 6 o Tráfico en Kathmandú. Psicodélicas, Mariposa Tecknicolor y Soy un hippie. Di rectas y emocionantes, El amor después del amor y el viejo tango La última curda. Así podríamos seguir calificando todo su repertorio , que tal vez brillase más en vivo si la sencillez, la espontaneidad y la falta de aceptación fueran ea racterísticas personales del Fito artista.Pero no. Si fuera así, no se ría él.