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Frustración entre los palestinos por la falta de acuerdo entre Peres y Arafat sobre Cisjordania

Las negociaciones para la retirada israelí de Cisjordania acabaron el domingo sin que palestinos e israelíes alcanzaran un acuerdo. En los territorios ocupados crece la frustración. Yasir Arafat y Simón Peres aseguran estar dispuestos a negociar, pero aún no han fijado una nueva fecha. En ciudades como Nablús, la desilusión de los palestinos con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) es patente. Arafat cumplió ayer su primer año al frente de la región autónoma de Gaza, y los palestinos que vivieron durante 27 años bajo la ocupación israelí creen que su situación ha empeorado.

Nablús es la ciudad más nacionalista en la CisJordania ocupada y, como tal, es un verdadero barómetro de la opinión palestina. Tras la firma de los acuerdos de Oslo, la tensión desapareció de las calles y las banderas palestinas ondeaban en las ventanas de muchas casas. La ciudad se ha convertido de nuevo en una gran olla de presión.Los chavales se dedican a incendiar neumáticos y a lanzar piedras contra los soldados israelíes. En Nablús, como en Tulkarem, Ramallah, Jenin y en Jerusalén Oriental, las mujeres y los jóvenes se manifiestan para pedir la liberación de los prisioneros palestinos, que van ya por su tercera semana de huelga de hambre. Y los soldados israelíes disparan, al aire primero y luego a la muchedumbre, para dispersar las manifestaciones. La situación recuerda a los primeros tiempos de la Intifada.

"Rabin trata a los palestinos con desdén y Arafat se cree el dueño y señor de Gaza", se queja Amer, un parado de 25 años al que le está prohibido trabajar en Israel porque es "demasiado joven" y soltero. Es decir, un terrorista en potencia. Su generación, sin embargo, parece demasiado cansada y desilusionada con la ANP como para lanzarse a una nueva Intifada. "Si Israel no libera pronto a nuestros prisioneros habrá una explosión y nadie pedirá permiso a Arafaf", dice un profesor en Jerusalén Oriental cuyo hermano lleva seis años en la cárcel.

Los palestinos están más frustrados que nunca. Las negociaciones con Israel se alargan y los resultados no son los esperados: la reunión de la noche del sábado de Arafat con el ministro de Asunto Exteriores israelí, se saldó sin acuerdo alguno.Posiciones encontradas

Ayer se mantuvieron encuentros extraoficiales para fijar un fecha para la próxima reunión, aseguró Peres, pero todavía no ha sido concertada. Ambos dicen estar dispuestos a negociar, pero sus posiciones respecto al repliegue israelí de CisJordania paralizan el proceso: Israel propone su retirada de seis ciudades y los palestinos reclaman que lo haga de todas las ciudades, y también de los campos de refugiados, poblados y aldeas.

Muchos aseguran que la autoridad de Arafat en Gaza, que comenzó hace un año, les ha traído más problemas que ventajas. "Desde que Arafat controla Gaza, no podemos entrar allí", asegura un zapatero de Nablús. "Y si el Ejército se retira de Nablús, entonces no podremos ni siquiera viajar por el resto de CisJordania", añade. Los habitantes de Gaza se quejan que la situación económica ha empeorado a causa de los estados de sitio impuestos por Israel por los atentados de los grupos integristas palestinos. Ayer, en Líbano, dos soldados israelíes resultaron muertos tras un atentado con bomba de la guerrilla Hezbolá.

La semana pasada, Israel y Siria mantuvieron conversaciones de alto nivel sobre la posible retirada israelí del Golán. Y aunque tampoco se llegó a un acuerdo, ayer se supo que los sirios han propuesto un repliegue de 10 kilómetros por cada seis que se retiren los israelíes.

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