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La coalición 'rojiverde', de Renania-Westfalia es un ensayo clave para el futuro político de la oposición

Los congresos del Partido Socialdemócrata (SPD) y de los ecopacifistas (Los Verdes) del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado e industrializado de Alemania, han aprobado la formación de un Gobierno de coalición rojiverde tras un largo y dificultoso parto. La duda ahora es si el producto alumbrado resultará una criatura viable. El éxito o fracaso del nuevo Gobierno SPD-Verdes repercutirá sobre el futuro de la política alemana. Un fracaso de la coalición rojiverde en Renania del Norte-Westfalia pondría fin a los sueños de conseguir un Gobierno de ese color para toda Alemania.Renania del Norte-Westfalia no es un Estado cualquiera, sino que tiene un carácter emblemático. Con 18 millones de habitantes, es el más poblado de Alemania y supera en tres millones la población de los tres países del Benelux juntos. La cuenca del Ruhr es quizá la concentración industrial más grande de Europa. Durante décadas, los compañeros del SPD se repartieron el pastel del poder en esa región, se anquilosaron, corrompieron y cayeron en el nepotismo, el desgaste y la prepotencia inherentes al ejercicio prolongado del poder con mayorías absolutas.

Las elecciones regionales del pasado 14 de mayo fueron una ducha de agua fría para el SPI) y su candidato, el presidente del Estado, Johannes Rau, de 64 años, que pensó que iba a ganar de calle y se quedó sin la mayoría absoluta en el landtag (Parlamento) de Düsseldorf. Para Rau y su Gobierno de venerables socialdemócratas en tomo a los sesenta años, el golpe fue terrible.

Más dura aún fue la negociación de coalición con una pandilla de jovenzuelos como Los Verdes, a quienes, en el fondo, el SPD de base obrera de Renania del Norte-Westfalia desprecia y no acaba de tomar en serio. Las negociaciones estuvieron a punto de naufragar varias veces, pero al fin los veteranos socialdemócratas han tenido que tragarse el sapo verde y han firmado un acuerdo de coalición.Maniobras de la CDU

Desde fuera, la Democracia Cristiana (CDU) no cesaba de enredar y aumentar la confusión, a base de ofrecer una gran coalición (SPD-CDU) o por lo menos apoyar por dos años un Gobierno minoritario del SPD , para impedir así el acceso de Los Verdes al poder y salvar la infraestructura industrial de la región. Al final, el SPD cerró los oídos a los cantos de sirena de la CDU y se embarcó en un viaje de dudoso destino con Los Verdes. Hasta el veterano Rau, que había dejado en el aire la, duda sobre su continuidad al frente del Gabinete, se ha mostrado dispuesto a coman dar el Gobierno de coalición, donde ya no podrá disponer a su antojo a la hora de aprobar de planes de subvención de la minería y de transformación industrial de la región.

No cabe duda de los intereses contradictorios que defienden el SPD y Los Verdes en ese Estado. El SPD es un partido tradicional de base sindicalista y obrera, con una clientela fija de mineros y trabajadores de la industria. Los Verdes representan a las nuevas generaciones y empleados de servicios, funcionarios públicos, nuevas clases medias empeñadas en la defensa de la ecología y enemigos de la industrialización. Para muchos, el nuevo Gobierno está condenado al fracaso, y la CDU ya profetiza la ruina del Estado más industrializado de Alemania. Para la dirección del SPD en Bonn, la posibilidad de que la coalición rojiverde tenga éxito significa casi la última esperanza de retornar un día al poder en Alemania con. un Gobierno progresista.

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