_
_
_
_

Haciendo cunetas

De cuando estaba en el Festina conozco a muchos ciclistas extranjeros. Me gusta hablar con ellos en nuestro medio idioma, mezcla de veinte idiomas, la jerga que nos une en las carreteras y en los hoteles. Cuando va la carrera tranquila me gusta comentar con ellos de la etapa, del ritmo que se va, de cómo les fue el día anterior y todo eso. Pero en cuanto te distraes, sin darte cuenta vas perdiendo puestos y a la que te descuidas estás en la cola del pelotón, que es donde no hay que estar si quieres que no te pillen los cortes. Que con el trabajo que cuesta aguantarte delante, no merece la pena. O sea, que hay que hablar poco y mirar mucho. Y de las bromas que nos gastamos en los últimos días, menos. Eso es para cuando la gente está más castigada, que ahora estamos todos muy enteros y muy nerviosos, y cuando menos te lo esperas todo el mundo intenta atacar. Y luego, de repente, nos hemos visto haciendo cunetas.Ha sido un día Tour típico, lo que se espera en los primeros días y en las etapas del norte. Al principio se fue bastante rápido, que había un sprint especial nada más empezar. Luego se ha parado la cosa y hemos ido más tranquilos, aunque con los sobresaltos y acelerones del otro sprint especial. Y ya, a 30 kilómetros para la meta, los ONCE han tirado a bloque. Iba tan forzada la carrera que el pelotón se ha roto cuando faltaban 10 kilómetros. Se iba por un páramo descampado y ha empezado a soplar aire de lado. Y a hacer cunetas, que nos mandaban a todos para los lados. Y los de delante han sido imposibles de cazar porque ellos no paraban de atacarse entre sí. Por atrás han quedado los Motorolas, pero no ha habido forma. Entrando en el pueblo, un repecho a 2,5 kilómetros y, en el último, una recta inmensa, han acabado con el tiempo.

Más información
Ni obsesionados ni pasotas
Un suplente en el banquillo
El hígado de Berzin
La mala suerte de Miranda
Va de homenajes
Ciclistas como jugadores de baloncesto
'Madame" Sylvie sucede a 'madame' Laurence
CONTRARRELOJ POR EQUIPOS.
El destino hace justicia a Jalabert

Me han tenido que dar rayos láser en una rodilla porque en el prólogo me golpeé con el manillar de la cabra y me duele un poco. Pero no es nada. El resto, la rutina. No me quejo de los hoteles ni de la comida, que es buena y abundante. Lo de siempre, pasta, ensalada y carne o pescado. Y por si acaso, todas las noches vienen a los hoteles miembros de la organización del Tour para revisar las comidas.Ramontxu González Arrieta corre el Tour con Banesto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_