La ley del aborto divide al Gobierno por temor a crispar aún más a CiU

La ampliación de la ley del aborto divide al Gobierno ante el temor de que una decisión rápida empeore las ya difíciles relaciones con CiU. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, se comprometió a enviar al Consejo de Ministros, antes del 30 de junio, el anteproyecto de ley. Sin embargo, el texto no entró en la última reunión y sólo queda como última oportunidad para que se apruebe en este periodo parlamentario que el Gobierno lo apruebe el próximo viernes.

El Ministerio de la Presidencia cree que esta ley no es decisiva para el proyecto socialista y, en cambio, puede complicar a corto plazo la acción de gobierno, ya que sus socios catalanes han hecho cuestión de su aprobación.Otros miembros del Ejecutivo sostienen, por el contrario, que el Gobierno debe cumplir con sus compromisos. El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, dijo ayer que "no se puede ser rehén de CiU".

Otra ley que puede crispar aún más las relaciones entre el Gobierno y CiU es la de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado (LOFAGE), que regula el papel de los gobernadores civiles y de la organización periférica del Estado. También los borradores de este proyecto de ley han enfrentado al Gobierno con sus aliados nacionalistas de CiU.