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La tormenta política interfiere la emisión en Radio Televisión Martí

Acusaciones de corrupción ponen en peligro a la emisora que combate al castrismo desde EE UU

La supervivencia de Radio y Televisión Martí, las principales armas del aparato propagandístico norteamericano contra el régimen cubano, está amenazada por acusaciones de malversación de fondos públicos, interferencias políticas, caos administrativo y mala gestión. El Gobierno ha abierto una investigación sobre los problemas internos de esos medios, de la que podría salir perjudicada, sobre todo, la televisión, que ni siquiera ha superado las dificultades técnicas que impiden que sea vista en Cuba.La Oficina de Emisiones Cubanas, que está bajo la dirección de La Voz de América y USIA (Agencia, de Información de EE UU), ha tenido problemas desde su nacimiento en 1985 bajo el impulso de Ronald Reagan. De hecho, ha habido ya más de treinta investigaciones sobre distintos aspectos de su funcionamiento. Pero la investigación ahora en marcha se produce después de la polémica dimisión del director de la emisora de radio y la estación de televisión, lo que ha abierto un debate mucho más crítico sobre el papel de esos medios.

Richard Lobo, que dimitió el 26 de mayo citando "razones personales", ha denunciado la existencia un clima de persecución contra los profesionales en los medios que dirigía y asegura que la radio y la televisión son utilizadas muchas veces para puros intereses personales de los congresistas y de otras personas y grupos de presión vinculados a la política cubana.

"La gente juega con Radio y Televisión Martí", afirma Lobo en una entrevista. "Cada vez que trataba de incorporar un plan nuevo, se producía una tormenta política. Enseguida llegaban gente del Congreso y grupos de presión con amenazas. Era ridiculo".

Según Lobo, que se define como periodista independiente sin afiliación política, "Radio y Televisión Martí se mantienen para el servicio de los intereses de esos grupos. Es sintómatico", advierte, "que mientras USIA ha reducido su plantilla en cientos de personas en los últimos meses, estos dos medios, hayan escapados indemnes hasta el momento, pese a que se trata de una organización muy anticuada y muy poco profesional". El Congreso aporta más, de 24 millones de dólares (casi 3.000 millones de pesetas) al año para la radio y la televisión.

Las denuncias de Lobo de haber recibido continuas presiones e intimidaciones coinciden con lo que investiga el inspector general de USIA. Aunque John Sinclair, subinspector general de investigaciones, se niega a hacer comentarios sobre las particularidades del caso, reconoce que el proceso del que está encargado surge de acusaciones que hacen pensar en "amenazas contra funcionarios por denunciar el despilfarro y mala gestión a la oficina del inspector general". Fuentes citadas por los diarios The Miami Herald y The New York Times amplían las acusaciones e incluyen las de interferencia política con la línea editorial de la emisora y posible malversación de fondos públicos.

Mientras algunos congresistas hablan ya de la posibilidad de cerrar definitivamente Televisión Martí, otros, vinculados al lobby cubano de Miami, creen que lo adecuado sería ampliar su actual programación que ahora sale de 3.30 a 6.00 de la mañana y emitir la señal en UHF. Pero eso provocaría una fuerte reacción. contraria del Gobierno cubano y abortaría el clima de diálogo creado a raíz del reciente acuerdo migratorio. En cuanto a la radio, todo está pendiente de la investigación en marcha.

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