Las mujeres pagan cara la traición a la Mafia
La muerte ronda a las esposas y hermanas de los 'capos' de la 'honorable sociedad'
Adiós, padrino. Las mujeres, reposo del capo y siempre protegidas por la sólida estructura familiar en la que se ha apoyado tradicionalmente la Mafia, sufren hoy como un azote la crisis y el derrumbe de esta organización criminal.En lugar de haber vuelto a Corleone a buscar el apoyo de los parientes, como ha sido costumbre cuando la policía interrumpía la vida fugitiva de una pareja, Vincenzina Marchese, la esposa de Leoluca Bagarella, el recientemente detenido cuñado del gran jefe Salvatore To bí na, ha desaparecido. Se teme que se haya suicidado o que haya sido asesinada.
Bien es verdad que Antonietta Bagarella, la mujer de Riína, que sí se instaló en Corleone cuando la aventura de su marido concluyó entre rejas, parece haber mirado siempre a Vincenzina como a una advenediza. Pero a los investigadores les haintrigado que Leoluca llevara al cuello cuando fue detenido la alianza de su esposa insertada en una cadena de oro. En Sicilia se acostumbra a hacer eso cuando el ciónyuge ha pasado a. mejor vida.
Luego están los restos de una carta, que no se llega a leer bien, encontrada en el domicilio de Bagarella, donde tampoco han aparecido juguetes ni otros rastros de la presencia del hijo de tres años de la pareja. Corrió el rumor de que la policía había encontrado al niño en casa de unos familiares, avalando las hipótesis del final trágico de Vicenzina. Pero la noticia fue desmentida.
"Eres un hombre de oro", se llega a leer en -un pedazo de la nota, que suena a la despedida de una mujer que implota. Y es posible que la desaparecida pidiera en su escrito clemencia para su hermano Pino Merchese, mafloso también él y princip al sospechoso de haber vendido al capo Bagarella. Pero es más probable que este parentesco haya precipitado la desgracia de Vibenzina: la Mafia es despiadada con la familia del que traiciona.
Agata di Filippo, hermana de Pasquale y Emanuele, dos maflosos que han resultado- ser los verdaderos denunciantes de la pista que condujo a Bagarella, ingresó ayer en un hospital con una sobredosis, de barbitúricos. Se dice queintentó el suicidio en un descuido de su madre, que había maldecido a sus hú os a través de varias emisoras.
Lo que es indudable es que no hay familia que resista estas peleas, y la honorable sociedad puede resultar menos resistente -a la crisis de la institución familiar que la sociedad misma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.