Barzolomeos I pide al Papa ir hacia la unidad cristiana con "humildad y arrepentimiento"

Autocrítica, humildad, y arrepentimiento son las claves del proceso de unidad de ortodoxos y católicos propuesto ayer por el Patriarca de Constantinopla, Barzolomeos I, durante la misa en la que participó en la Basílica de San Pedro, celebrada por el Papa Juan Pablo II. El primer dignatario ortodoxo, según una tradición que no implica ninguna jurisdicción sobre un conjunto de iglesias puramente nacionales, centró su homilía en el problema del primado de Roma, para reducirlo a una cuestión de servicio, extraña a la jerarquización del poder y de las personas.

Barzolomeos I, nacido en la isla turca de Imbros hace 55 años, dio así una primera respuesta a la oferta de diálogo lanzada por el Papa en la reciente encíclica Ut unum sint precisamente en torno al problema más difícil de resolver de cara a la unidad, no sólo con los ortodoxos, sino con todos los cristianos no católicos: la supremacía que la Iglesia romana considera irrenunciable.A la inmutabilidad de ese principio aludió ayer el Papa en su homilía: "La autoridad que Cristo transmite a los apóstoles, les fue dada en la persona de Pedro y en unión con él. ¡Insondable misterio!". Juan Pablo II se ha dicho no obstante abierto a entablar personalmente un diálogo para encontrar fórmulas de papado compatibles con el objetivo de unidad para, el año 2000. Previamente, el Patriarca ecuménico había encontrado "paternalista" la encíclica papal sobre la unidad de los cristianos.

Tras afirmar que ha llegado el momento de "buscar el primado, no tras las personas, sino más bien entre los ministerios de servicio", el metropolitano de Constantinopla afirmó: "No es posible creer o profesar verdaderamente que 'sólo uno es santo, sólo uno es el Señor: Jesucristo en la gloria del Padre', y buscar simultáneamente otros poderes y otra gloria en la Iglesia. Por ello, es verdaderamente necesaria una gran humildad y un continuo arrepentimiento de los pastores y las ovejas".

Pese a estas diferencias, Barzolomeos I es la jerarquía ortodoxa más próxima al Vaticano. Ya otros patriarcas, como el de Moscú, han roto las relaciones con Roma en protesta por el proselitismo que los católicos han hecho en los territorios exsoviéticos. Peores aún son las relaciones vaticanas con las jerarquías serbias y bosnias, que acusan a la Santa Sede de haber tomado partido por los croatas, católicos.

La visita de tres días del Patriarca a Roma, donde se ha alojado en el Vaticano, y que ayer, por primera vez, participó en la bendición del Angelus junto al Papa, en la Plaza de San Pedro, prolonga unos contactos iniciados en 1964 por Azinágoras, entonces patriarca ecuménico, y Pablo VI.Barzolomeos I regresa hoy a Estambul, mientras que Juan Pablo II emprenderá viaje a la República Eslovaca para beatificar a tres sacerdotes muertos a manos de los protestantes en el siglo XVII en la llamada guerra de los Treinta Años. Un acto similar suscitó críticas hace tiempo en la República Checa. Es poco probable que ello ocurra en Eslovaquia, porque la mayoría de sus habitantes son católicos.