Los déficit ocultos impedirán aprobar el examen de la moneda única, según el PP

El responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, denunció ayer al Gobierno por ocultar parte del déficit público. La afloración de este agujero -que Montoro no cuantificó-, impedirá a España superar un primer examen el año próximo para el paso a la tercera fase de la Unión Monetaria. Por este motivo y por "la incapacidad del Gobierno para llevar a cabo el ajuste que necesita la economía española", el PP considera que hasta 1999 no se conseguirá situar el déficit en el 3% del PIB.

Montoro intentó ayer explicar que la postura del PP es diferente a la que mantiene el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. El dirigente catalán aplaza también a 1999 el objetivo del 3% en el déficit público, frente a la fecha de 1997 que fija el Tratado de Maastricht. Para Pujol, la sociedad española no asumiría el esfuerzo que hay que realizar en un corto espacio de tiempo. El PP dice lo mismo pero lo ex-plica por una cuestión de imposibilidad material al existir déficits ocultos que deben aflorar.

Fondos de cohesión

El principal partido de la oposición parece querer así evitar sorpresas y preparar el terreno para un ajuste duro cuando alcance el poder. Montoro no cuantificó el agujero oculto pero señaló que "estamos trabajando en ello". Según Montoro, esa parte oculta no ha salido a la luz a causa de la forma errónea de computar que utiliza el Gobierno. El PP ha pedido la comparecencia del interventor general del Estado con este fin y, en especial, para explicar si con la reciente reestructuración del sector público se han camuflado deudas. Añadió que, en contra del criterio del Gobierno, los ingresos por privatizaciones no deben contabilizarse para reducir el déficit, de acuerdo con los criterios de Maastricht. Nada más llegar al Gobierno, el PP hará una auditoría de las cuentas públicas.Montoro aseguró que España no pasará el próximo examen de 1996, "y eso no es ningún misterio, todas las organizaciones internacionales y los expertos cuentan con ello". En esa fecha se valorará si España, igual que los demás países de la UE, cumple o no su programa de convegencia, con independencia de que la decisión para la adopción de una moneda única se tome en 1997 o 1999. En caso de que no se cumplan los objetivos o no se hagan los esfuerzos suficientes, España podría perder el maná de los fondos de cohesión.

En contra de las tesis de Pujol, el PP sostiene que los Presupuestos de 1996 "deben tener un carácter restrictivo". Pero el Gobierno no tiene capacidad para ello "porque está dividido y sus apoyos [CiU] son frágiles", dijo Montoro. Por ello, reiteró la petición de elecciones anticipadas y recordó la oferta a las restantes fuerzas políticas de una moción de censura con este fin. El PP piensa que si la situación de inestabilidad política actual lleva a prorrogar el presupuesto actual para 1996, "será negativo para la economía española y mal valorado por los mercados financieros, porque la mayoría. de los indicadores están indiciados con la inflación".

Según Montoro "está en juego todo el proyecto europeo de España, que debería materializarse en nuestra pertenencia a la Unión Económica y Monetaria, y la propia recuperación económica española que se traduce en un aprovechamiento más racional de nuestro potencial de crecimiento económico en beneficio del bienestar general de los españoles".