Chernomirdin busca una salida negociada en Rusia al conflicto entre el Gobierno y el Parlamento

El primer ministro de Rusia, Viktor Chernomirdin, está intentanado buscar una salida negociada a la crisis con el Legislativo. Así lo demuestra su decisión comunicada ayer, de entrevistarse con la dirección de la Duma estatal (Parlamento) y lo líderes de los diferentes grupos parlamentarios antes del próximo sábado, día en que los diputados deben pronunciarse sobre el voto de confianza, de no aprobarse, desencadenaría la disolución de esta cámara baja y la convocatoria de elecciones anticipadas.

"Ni el cese del Gobierno ni la disolución de la Duma traerán resultados positivos para el país" dijo ayer Chernomirdin en la reunión del bloque electoral Nuestra Casa Es Rusia, que él encabeza. "No soy partidario de estar en la oposición a la Duma ni de ir a un enfrentamiento frontal con ella", señaló el primer ministro antes de agregar que "con los diputados hay que trabajar".Para Chernomirdin, el actual conflicto, entre el Ejecutivo y el Legislativo lo están provocando "las mismas personas que en otoño de 1993 condujeron a ambas ramas del poder a una dramática confrontación". En aquella ocasión, la crisis, que estuvo a punto de degenerar en una guerra civil, terminó en el bombardeo del Sóviet Supremo y la derrota de los diputados. "No podemos permitir por segunda vez que los acontecimientos se desarrollen de manera semejante", manifestó el jefe de Gobierno.

La actual crisis se desató el jueves pasado, cuando la cámara baja aprobó una moción de censura contra el Gobierno, y éste reaccionó desafiante, planteando otra votación de confianza sobre la que los diputados decidieron pronunciarse el próximo sábado. Según la Constitución, si los legisladores no aprueban ese voto, el presidente Borís Yeltsin deberá destituir al Gobierno o disolver la Duma, y Yeltsin ya ha dicho que optará por esto último.

Compromiso posible

Un posible compromiso es que Yeltsin, después de la reunión del Consejo de Seguridad que celebrará el jueves, releve a algunos de los ministros responsables máximos de los poderes fácticos, cuya destitución fue recomendada por los diputados el viernes pasado. La Duma votó a favor del cese en sus cargos de los ministros del Interior, Víktor y Yerin, y de Defensa, Pável Grachov, así como del vicejefe de Gobierno responsable de las Nacionalidades, Nikolái Yegórov. Todos ellos han sido ardientes partidarios de la guerra en Chechenia, y Yerin y Yegétrov estuvieron al mando de la operación policial en Budiónnovsk, durante la toma de rehenes por el comando checheno de Shamil Basáyev.Después de la tragedia de Budiónnovsk, Chernomirdin ha salido reforzado y, si el Gobierno no comete graves errores, el bloque Nuestra Casa Es Rusia tiene todas las posibilidades de ganar los comicios parlamentarios de diciembre. Más aún, el primer ministro se perfila como el mejor candidato a la presidencia de Rusia para junio del próximo año, si es que Borís Yeltsin renuncia a presentarse a la reelección con el fin de asegurar un relevo que garantice la continuidad de las reformas y la estabilidad política del país.

Pero el problema está en que Yeltsin puede verse tentado a competir de nuevo por la presidencia, aunque las encuestas le auguran un fracaso rotundo. Un miembro del Consejo Presidencial manifestó ayer en privado que el protagonismo adquirido por Chernomirdin perjudica la estrategia de Yeltsin, ya que el presidente desea permanecer en su puesto después de junio de 1996.