Japón y Estados Unidos vuelven a acercar posiciones en el conflicto del automóvil

Mikey Kantor, representante del comercio estado unidense y el ministro japonés de Comercio Inter nacional, e Industria, Ryutaro Hashimoto, vendrán el lunes por la tarde a Ginebra para dar un empujón a las negociaciones sobre la apertura del mercado de automóviles nipón, según informaron en una rueda de prensa conjunta los jefes de las delegaciones ayer en Ginebra, Jeffrey Garten y su homólogo japonés Yoshihiro Sakarnoto. Los contactos entre ambos delegados parecen haber conseguido acercar las posiciones, aunque la amenaza de sanciones estadounidenses a coches de lujo japoneses el próximo día 28 sigue pendiente.

Según señalaron fuentes próximas a ambas delegaciones, en las numerosas horas que han pasado juntas -desde el jueves hasta la tarde de ayer sábado-, se han hecho progresos para llegar a un acuerdo. Esta actitud supone un avance con respecto a las rígidas posiciones que ambas potencias han mantenido en los cerca de dos años que ha durado el conflicto sobre el - acceso de EE UU al mercado de automóviles nipón.No obstante, el final no parece estar todavía muy cercano, a juzgar por la declaración del jefe de la delegación japonesa al término de la jornada de ayer: "Desgraciadamente, tengo que decir que todavía hay una gran distancia que cubrir en las posiciones de los dos países", dijo. Aunque una cierta luz de esperanza se encendió cuando antes de entrar en la reunión, durante el anuncio conjunto del encuentro ministerial del lunes, Sakamoto había declarado que estaban preparados. "a trabajar duro" a fin de estrechar las diferencias.

Sobre los técnicos recae ahora el peso de las negociaciones para intentar, allanar el camino a la cumbre de Kantor-Hasimoto. Para agilizar el trabajo se han creado dos subcomités que se en cargarán de limar las diferencias que existen en los aspectos relacionados con los puntos de venta y con las piezas de recambio de la posventa.

Sigue la amenaza

Una vez más, el copresidente de la delegación estadounidense, Ira Saphiro, recordó que Washington impondrá las sanciones el próximo día 28 si antes no arrancan a los nipones un acuerdo negociado "significativo y concreto", que concluya en la apertura del cerrado mercado automovilístico japonés.Pero Sakainoto no deja mucho espacio para los milagros. Insistió en que "cualquier acuerdo que se alcance, deberá estar conforme con las reglas internacionales". Los nipones no están dispuestos a dejarse impresionar por las amenazas de sanciones que encarecerían en casi 6.000 millones de dólares 13 modelos de coches de lujo japoneses vendidos en Estados Unidos. Los estadounidenses señalan como responsable del 50% de su déficit comercial con Tokio a la fuerte reglamentación que existe en el sector automovilístico japonés.

Para la delegación americana el objetivo de Washington siempre ha sido el de encontrar una solución amigable a este contencioso, según señaló Garten. Ahora sólo los ministros, revestidos del mandato que les confirieron el presidente Bill Clinton y el primer ministro japonés Tomichi Nurayama, durante su encuentro en la Cumbre de los G 7 en Halifax hace unos días, podrán desbloquear antes del miércoles esta decisión.