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España comienza con autoridad

El equipo de Lolo Sainz se impuso sin problemas a la débil selección turca

Robert Álvarez

El tercer proyecto de Lolo Sainz arrancó sin revelar respuestás. Ganó la selección pero lo hizo ante un rival muy inferior y dejando una liviana sensación de la solvencia que pueda alcanzar su juego. Fue un despegue lastrado por deficiencias de funcionamiento en un equipo que no acertó a imponerse con mayor personalidad.La de ayer fue una victoria muy neutra, insípida casi. Un triunfo de esos que suman pero que coloca unos cuantos números rojos en un presupuesto realista y que contempla la necesidad de inversiones mucho más elevadas.

Apenas se dejó traslucir una evidente sensación de que el ataque español va a depender en una importante proporción de la muñeca y la decisión de Herreros, muy acertado y convencido ayer en la asunción de tanta responsabilidad: 3 de 7 triples, 3, de 6 tiros de dos y 10 tiros libres sin fallo. Se pudo entrever también una defensa muy fiada a la presión de la línea exterior. Pero se mantiene en reserva cualquier anticipo sobre las ayudas que puedan recibir Herreros y Smith. Ayer fueron numerosas. En cuanto Sainz se dio cuenta de que los turcos apostaban su escaso caudal ofensivo en Erdenay, Orenga y Ferran le pusieron cuatro brazos más a Herrero para romper de cuajo la racha anotadora de Erdenay.

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Fue uno de los pocos problemas que tuvo ayer el equipo español. Resta por ver qué puede suceder ante un rival que aproveche mejor los resquicios que provocan las ayudas defensivas. Otro de los problemas, puestos a prevenir contra rivales de mayor enjundia, fue el rebote defensivo. Ni uno sólo recogió Ferran durante los 17 minutos en que actuó durante el primer tiempo. El hombre de mayor altura del equipo español no recogió un rebote. Entre Smith y Orenga enmendaron medianamente la plana pero se ofrecieron excesivas dobles oportunidades a un equipo turco que,. por fortuna, tampoco supo aprovechar.

Hubo algunos detalles positivos. No desentonaron los jugadores que salieron del banco. Dentro del nivel discreto del partido, España no sucumbió al vaivén de sus prestaciones, de las que ha ido tomando nota Sainz en los partidos de preparación para el Europeo. Aunque eso sí, después de una feroz salida de Herreros con seis puntos consecutivos en la reanudación y después de que España obtuviera una ventaja máxima de 16 puntos (45-29), encajó un parcial de 7-16 que volvió a meter a Turquía en el partido: 64-53. Es más a 3.16 minutos para el final, España todavía tenía el miedo metido en el cuerpo: 70-64.

Xavi Fernández restó rebote al sustituir a Smith pero Martín mejoró la nímia cosecha de Ferran. Las malas noticias llegaron de la falta de una más certera resolución de las acciones ofensivas y de decisión para tomar determinados caminos, al margen de, que con ellos se consiga una canasta puntual. Es este un defecto extendido en el baloncesto español. Se puede simplificar lapidando a los bases españoles pero el problema es de mayor calado.

Es de esperar que el ambiente exacerbado pero más correcto que en ocasiones pretéritas que presidió el partido previo al del equipo español entre Grecia y Yugoslavia no impidiera a Lolo Sainz y los suyos tomar nota de la disciplina y la fortaleza mental a imitar, a fijarse siquiera como le ano objetivo. El equipo yugoslavo superó el ambiente, la impecable salida de los griegos (24-10) y su nulo acierto en el lanzamiento lejano (falló sus 10 primeros triples) fue superado a base de una disciplina, una sangre fría y una humildad -parten como favoritos al título- que dejaron el poso más dulce de la primera jornada. Ganó Yugoslavia, 84-80, después de una prórroga.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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