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El fichaje de los interinos

Las claúsulas consideradas innegociables en el último documento presentado por los médicos en huelga al Insalud crecen: a la subida salarial de 100.000 pesetas, se suman la estabilidad en el puesto de los facultativos interinos y la readmisión de más de 400 despedidos. La CESM ha conseguido de esta forma el apoyo explícito de una gran parte de este colectivo, más de 4.500 médicos sin plaza fija (un 40%de la plantilla del Insalud), algunos desde hace 12 años.En un comunicado hecho público ayer, la CESM exigió ayer que cose el "chantaje del Insalud,a los médicos interinos". "El Insalud se está portando con los médicos interinos, desde hace años pero especialmente desde el principio de la huelga del hospitales, como un patrón sin escrúpulos" añade el texto en el que la CESM manifiesta la necesidad de "hacer causa común" con la protesta de los interinos.

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A la manifestación, convocada ayer en Madrid por los interinos de toda España demanda de la estabilidad de su puesto de trabajo, acudió una nutrida representación de la CESM, entre otros Luis Sánchez Harguindey y Carlos, Almoyna. Faltaron, como en los últimos días, Vicenté Garcés y Carlos Amaya. Unos, 300 médicos acabaron ante el Ministerio de Sanidad, entre gritos de ,Aguayo,papagayo y "Amador, portera, deja la cartera".

El descontento de los interinos viene de lejos: ocho años sin convocátoria de plazas y sólo una oferta de 1.300 este año. Su postura ante el paro ha oscilado sin embargo, hasta ahora, entre el apoyo sin fisuras a la CESM y el temor de que sus propias reivindicaciones quedaran eclipsadas en las negociaciones CESM-Insalud.

"Antes de que nos suban el sueldo, queremos que nos aseguren el puesto", decían, aunque la mayoría ha ido a la huelga. De hecho en el primer. documento pactado con la Administración, que la ministra se negó a firmar" se despachaba el problema con una difusa promesa de convocatoria de plazas.

"No se tuvo en cuenta debidamente lo solicitado por los interinos y fue un error",- reconocía ayer claramente Ramírez Armengol, portavoz del comité de huelga del Hospital Clínico de Madrid. Ahora, una parte de los interinos confía en introducir en el comité negociador un representante -propio, aunque la mayoría decidió el viernes continuar negociando por separado con el Insalud.

La manifestación terminó, pese. a todo, con un único protagonista: Sánchez Harguindey. A las puertas del Ministerio, el cardiólogo intentó hablar con alguien de la Administración. La petición fue denegada.

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