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Un terremoto causa 17 mertos en la península griega del Peloponeso

Al menos 17 personas murieron y más de medio centenar resultaron heridas a raíz de un violento terremoto que azotó en la madrugada de ayer el norte de la península griega del Peloponeso, en el sur del país. El seísmo, que alcanzó una intensidad de 6,1 grados en la escala de Richter, golpeó principalmente las ciudades de Egion y Valimitika, 145 kilómetros al oeste de Atenas, donde el temblor destruyó un hotel en el que se alojaban más de un centenar y medio de turistas franceses, en su mayoría jubilados que jamás habían saledo de su país.

El seísmo se produjo a las 3.16 hora local del jueves en la región de Algion, en el norte de la península peloponesa y se advirtió hasta en Tesalía. Varias horas después de ocurrir la catástrofe, la confusión seguía reinando en la zona y la cifra total de fallecidos era difícil de determinar.En Madrid, la Oficina de Información Diplomática (0113) informó que no tenía constancia de que entre las víctimas se hallaran turistas españoles.

Todas las comunicaciones telefónicas y la electricidad quedaron interrumpidas a causa del seísmo, que causó daños materiales considerables en los alrededores del golfo de Corintio, en medio del cual fue situado el epicentro, según el Instituto geodinámico del Observatorio de Atenas. El terremoto, al, que siguieron una treintena de pequeños temblores, se notó también en varios barrios del oeste de Atenas, así como en el puerto de Patras, Galixidi, Itea y Delfos.

Cuatro personas fueron sacadas sin vida del interior del hotel, Eliki, en la ciudad de Valimitika, considerado como de tercera categoría. Del hotel quedó sólo la fachada. Las autoridades locales informaron de que las víctimas eran tres miembros de una familia de turistas franceses y otra persona de esa misma nacionalidad. Otros tres clientes, cuya identidad se desconoce, murieron también.

El derrumbe por completo de un edificio de 47 apartamentos en la ciudad de Egion causó la muerte de 10 personas, entre ellas una italiana, de 20 años, y tres niños. Otros 10 residentes del edificio se daban anoche por desaparecidos. Las autoridades indicaron que la catástrofe causó al menos 59 heridos.

Los cadáveres de Joel Gras, de 40 años, Catherine Tieberge, de 37, y su hija Heloise, de cinco, fueron sacados de las ruinas del hotel Eliki, donde unos 160 franceses, en su mayoría ancianos, estaban alojados disfrutando unas vacaciones. Los equipos de rescate habían extraído poco antes de las ruinas el cuerpo sin vida de otra francesa, Sylvie Erba, de 35. La Embajada de Francia en Atenas informó de que otros ocho franceses que se alojaban en el establecimiento se daban por desaparecidos.

Los equipos de rescate continuaron durante todo el día su tarea perforando los cimientos para rescatar a las personas que quedaron atrapadas. Pero los gritos desesperados que se escuchaban desde el exterior pidiendo auxilio se hicieron cada vez más débiles conforme pasaban las horas.

Todo en un instante

"Todo se hundió en cinco segundos", explicó Brian Clavaud, un empleado francés que trabajaba en el hotel. "Quedamos conmocionados... No sé cómo la gente que quedó atrapada podrá sobrevivir", añadió. Sin embargo, una de esas personas tuvo suerte. Murielle Petit, una belga de 33 años que trabajaba como animadora de la agencia de viajes francesa Touristra, logró ser sacada con vida por los bomberos varias horas después de que se produjera el seísmo.Los franceses supervivientes de la catástrofe, envueltos en mantas, aguardaron con un silencio dramático que la tarea de los equipos de rescate permitiera sacar con vida de los escombros a sus familiares y amigos.

Algunos de los clientes criticaron a los equipos de rescate. Jerôme Popiniere afirmó que la ayuda llegó demasiado tarde. "La gente estaba aplastada entre los escombros y sólo teníamos nuestras manos para poderlos sacar", declaró Popiniere, parisino, de 21 años, que se había encargado de preparar desde hacía dos meses la llegada de los turistas, en su mayoría jubilados procedentes de Marsella,. Burdeos, Le Havre y Lille, que jamás habían viajado fuera de Francia y que desconocían por completo lo que es un terremoto.

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