Municipios de Le Pen

LA PRIMERA vuelta de las elecciones municipales francesas no ha reflejado el impacto de la victoria lograda por la derecha en las recientes elecciones presidenciales. Una abstención que supera el 35%, la más alta registrada en Francia desde 1983, y un éxito del partido del ultraderechista Jean Marie Le Pen, son los dos rasgos más llamativos de estas elecciones. El Frente Nacional (FN) de Le Pen no ha alcanzado los espectaculares -y preocupantes- porcentajes de la primera vuelta de las presidenciales. Pero se ha implantado en zonas en las que nunca tuvo presencia. Sobre todo, en los suburbios de algunas grandes ciudades en los que, siempre había ganado la izquierda.Para el nuevo presidente, Jacques Chirac, y para su primer ministro, Alain Juppé, que esperaban un fuerte impacto de la corriente conservadora manifestada en las presidenciales, ha sido, sin duda, una decepción este resultado. El partido de la Agrupación para la República (RPR), que encabeza Juppé, ha sufrido pérdidas considerables en ciudades como París o Marsella, donde su dominio era tradicional. En cambio, la izquierda conserva fuertes posiciones en muchas grandes ciudades. En ese sentido, han sido elecciones confirmadoras de las posiciones que los partidos tenían de antemano.

Mucho depende ahora de la segunda vuelta del próximo domingo. Los socialistas, siguiendo una línea que han aplicado de modo constante, han anunciado que los candidatos de izquierda sin esperanza de triunfar deberán retirarse para evitar que sus votos puedan ayudar al Frente Nacional a derrotar a un candidato de la derecha parlamentaria. Pero en el seno del RPR, el partido de Chirac, la actitud ante la amenaza de Le Pen ha provocado una fuerte división:" mientras el presidente de la Asamblea y el presidente del Senado propugnan que se tomen todas las medidas posibles para cerrar el paso al Frente Nacional, otros dirigentes del partido, encabezados por su secretario general, preconizan una táctica que se enfrente por igual a los socialistas y al Frente Nacional; lo cual -en las condiciones creadas por la primera vuelta,- puede traducirse en facilitar al partido de Le Pen la conquista de muchas alcaldías.

La decisión que tome ahora la derecha democrática ante el Frente Nacional tendrá consecuencias serías, no. sólo para la constitución de los municipios, sino para la política francesa en general. En torno. a Le Pen proliferan grupos animados por sentimientos xenófobos, racistas y antisemitas. En varios casos ya han practicado la violencia. Si ahora Chirac en el Elíseo y Juppé en Matignon dan señales de condescendencia hacia el FN, facilitando su acceso al poder municipal, reforzarán a las tendencias más antidemocráticas de la derecha. El RPR no puede entrar en posiciones ambiguas donde tiene que decidirse a un claro pronunciamiento democrático en contra del racismo, el ultraderechismo y la demagogia de Le Pen y compañía. Está en juego el consenso de la democracia. Y en esto Francia siempre dio ejemplo.