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Interior inicia la expulsión de un domimicano que denunció maltrato en la comisaría de Fuenlabrada

Begoña AguirreAntonio Florentino Ayala, un inmigrante dominicano irregular de 26 años, tuvo que ser intervenido el sábado de una peritonitis aguda por perforación de intestino en el hospital Severo Ochoa, de Leganés, donde sigue ingresado. Él atribuye la lesión a la palíza que le propinaron ese día tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía en la comisaría de Fuenlabrada. También denuncia haber sido golpeado por los agentes locales que le arrestaron. Ayer, aún convaleciente en el hospital, le fue notificado que la policía ha iniciado contra él un expediente de expulsión del país por estancia ilegal.

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"Brutal agresión"

Los problemas de Florentino comenzaron a media tarde del sábado cuando paseaba por Fuenlabrada con su novia Pilar González Montejano, una joven española de 16 años. "Vinieron dos agentes de la Policía Municipal de Fuenlabrada porque decían que alguien les había avisado de. que un chico extranjero golpeaba por la calle a una mujer", explica Florentino."Yo les dije que no, que no me pegaba, que habíamos discutido y que me agarraba del brazo para llevarme a casa, pero llegaron otros dos policías y le pidieron la documentación", explica su novia.

Florentino apostilla: "Entonces me pusieron las esposas, me tiraron al suelo, me dieron una patada en la cabeza y continuaron golpeándome hasta llegar a la comisaría de la Policía Nacional". "En comisaría me metieron al cuarto del retén y allí, entre tres agentes, comenzaron a pegarme, me propinaron una patada y varios pisotones en el abdomen", matiza.

"Uno de ellos debía conocerme porque me dijo, vaya, así que tú eres el del dedo", añade. Se refiere a un episodio que ocurrió hace varios meses. Florentino estaba en un parque de Fuenlabrada y dos individuos se hicieron pasar por policías y le pidieron la documentación. Él les pidió que se identificasen y por respuesta recibió un fuerte golpe en la cabeza con un radiocasete. Según su relato, continuaron agrediéndole y él se defendió mordiéndole a uno un dedo y provocándole en él varias lesiones. "Dije que tenía sed y que quería agua, y como única respuesta uno de, los agentes se bajó la cremallera de la bragueta", añade. Después comenzó a quejarse, vomitaba sangre y fue trasladado a la casa de socorro y de aquí al hospital Severo Ochoa de Leganés. Allí le operaron, fue trasladado a la unidad de vigilancia intensiva (UVI) y después a la planta donde ahora está ingresado.

En este centro, declinaron ofrecer. información alguna sobre el estado del paciente.Visita en el hospital

Ayer, en plena convalecencia, Florentino recibió la visita de dos policías para notificarle que se le ha incoado un expediente de expulsión por estancía ilegal en el país desde marzo de 1992 y por carecer de medios de vida conocidos. El procedimiento iniciado es el más acelerado de la Ley de Extranjería.Antonio Hernando, abogado del Voluntariado de Madres Dominicanas en España (Vomade), asociación que apoya al inmigrante, considera un despropósito que, después de las serias sospechas de maltrato policial, los agentes intenten iniciar un procedimiento de expulsión contra este inmigrante. "Lo más probable es que la juez impida la expulsión, dado que hay un procedimiento judicial pendiente", afirma. "Por eso y porque se trata de una persona que está recuperándose de unas lesiones", concluye.

Portavoces del Cuerpo Nacional de Policía aseguran que se ha abierto una investigación por los malos tratos denunciados y que si se llevaron los documentos de expulsión al hospital fue "en aplicación de la Ley de Extrar¡jería". "Cuando se le iba a trasladar al hospital se resistió a ser cacheado, comenzó a lanzar patadas, teniendo que ser reducido, y comenzó a golpearse contra las paredes y contra un banco", indican.

Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana de Fuenlabrada, José Ignacio Carrión, negó que la policía local de este municipio sureño maltratara a Florentino, según informa la agencia Efe. El edil explicó que los agentes, fueron requeridos por un vecino, quien avisó de que un hombre estaba golpeando a una joven.Al llegar al lugar comprobaron que la chica tenía marcas y rasguños en distintas partes del cuerpo. Dijeron que eran novios y, según la versión del concejal, el hombre se negó a identificarse, diciendo que él fue policía en Santo Domingo y que "sólo enseñaría los papeles ante los agentes nacionales". "Al intentar trasladarlo a comisaría se negó y tuvo que ser reducido por los agentes, que le esposaron y le llevaron ante la Policía Nacional", concluye Carrión.

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