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Fletaneros de bata blanca

La negociación sobre el final de la huelga volvió a quedar en tablas el pasado viernes, el mismo día en que las consignas para mantener la radicalización se repetían en los hospitales. "Evitar que nadie pesque en caladero ajeno". Así, el cardiólogo y miembro del comité de huelga Luis Sánchez Harguindey daba cuenta, ante la asamblea celebrada el viernes en el hopital Clínico de Madrid, del objetivo que debían cumplir los piquetes o "comisiones asesoras" organizados en el centro. Un día antes hicieron su primer apresamiento en la denominada por el comité "operación fletán". El doctor Menchero, especialista del hospital de Móstoles -localidad cercana a Madrid-, no pudo realizar las cuatro intervenciones de cirugía mayor ambulatoria programadas en el pabellón 8 del Clínico. "No eran piquetes. Era una representación de la CESM recomendando que no se hicieran intervenciones que no fueran urgentes. Recomendación que seguí sin ningún tipo de presión", dijo Menchero.Este especialista dijo estar perfectamente de acuerdo con el paro y haberlo secundado de forma intermitente. "De haberlo hecho continuadamente me hubiera supuesto una pérdida económica imposible de soportar", declaró. Cuatro pacientes procedentes de Móstoles tuvieron que volverse a casa. Los peces devueltos al mar eran tres hemorroides y una fístula anal. Un testigo habló de unos veinte médicos encabezados por destacados miembros del comité de huelga. Los facultativos de servicio el viernes en esta unidad del hospital se negaron a hablar con este periódico.

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La previsión de los médicos huelguistas

El incidente culmina las reiteradas amenazas, hechas públicas en anteriores asambleas, contra los médicos que realizan las denominadas peonadas. Bajo este nombre se conocen las intervenciones llevadas a cabo por las tardes en determinados centros que prestan sus instalaciones a otros. En este caso los pacientes y médicos del centro de Móstoles se trasladaron al Clínico.

Las críticas se han dirigido en días pasados contra el doctor Suárez, jefe del servicio de cirugía de Móstoles, señalado por Harguindey como el máximo responsable de que en tiempos de huelga se realicen estas intervenciones. Suárez, que no secunda el paro, se encontraba la pasada semana de vacaciones. Hecho duramente recriminado por el comité: "En días de huelga no se pueden tomar vaciones".

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