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Pujol deshoja la margarita

La oposición se prepara para unas autonómicas anticipadas

Jordi Pujol dio muestras el pasado jueves de un determinismo que sorprende en una persona que suele dominar las situaciones y, sobre todo, el calendario. Contestando una pregunta parlamentaria, el presidente de la Generalitat reconoció que la convocatoria de elecciones autonómicas catalanas no depende de él, sino de la "capacidad y voluntad" del Gobierno central para avanzar en los acuerdos con CiU. Redundó en el mensaje de que todo está en al aire cuando contestó a los periodistas: "Por favor, no insistan en preguntarme algo que sólo sabe Dios Nuestro Señor".En realidad la prensa lleva meses diciendo lo mismo, alimentada por confidencias de políticos nacionalistas y por frases más o menos ambiguas del propio Pujol. La novedad está en que el presidente catalán oficializó la duda hamletiana en una sesión parlamentaria sumiendo en la incredulidad y, la confusión a buena parte de los diputados y a los partidos, que no parecen saber a qué atenerse. Todos ellos, sin embargo, dicen estar preparados para, lo que sea.

Y lo que tiene más importancia: la decisión de adelantar o no las elecciones catalanas -la legislatura acaba formalmente en marzo de 1996- tiene como condición básica el que "de ninguna manera" pueden coincidir con unas legislativas españolas. Es decir, que si Pujol convoca elecciones para el próximo otoño, Felipe González deberá poner sus barbas a remojar, porque será señal inequívoca de que su Gobierno tiene sus días contados, al menos por lo que a los nacionalistas catalanes se refiere.

El momento político es especialmente interesante en Cataluña: los partidos pequeños (Iniciativa per Catalunya, Esquerra Republicana y el Partido Popular) han acortado distancias con respeto a CiU y el partido socialista. El PP y ERC le han pegado un bocado a una franja del electorado covergente y, de consolidarse esta tendencia, la mayoría, absoluta que tiene Pujol desde 1984 puede estar en peligro.

Pretextos

Los socialistas, que lo supeditan casi todo a la continuidad del Gabinete socialista, no quieren ni pensar en una crisis de gobernabilidad en España. Si Pujol convoca elecciones anticipadas será porque tiene problemas internos en el partido -resultados municipales no demasiado favorables, Miquel Roca que anuncia que tira la toalla en la pugna por el liderazgo, etcétera- o en su Gobierno -tiene un consejero bajo sospecha de corrupción-, y opta por "una huida hacia adelante". La falta de acuerdo con González será sólo "un pretexto", no una realidad. Son opiniones de Josep Maria Sala, que apuesta por que Pujol agotará la legislatura.El PSC no tiene aún candidato para oponer a Pujol, después de que su primer secretario, Raimon Obiols, dejó claro que no estaba dispuesto a seguir otra vez el camino del matadero. Los socialistas abrieron un proceso de designación de candidato que quedó suspendido ante las elecciones municipales y que ahora retomarán. Pasqual Maragall parece que prefiere reservarse para el año 2000 tras anunciar que no volverá a presentarse a la alcaldía de Barcelona. Joaquim Nadal, que ha incrementado la mayoría absoluta en Girona, sí tiene voluntad de competir. Muchos socialistas suspiran por el ministro Borrell, pero éste pica más alto. Jordi Solé-Tura es otro nombre en la baraja.

También en Iniciativa per Catalunya creen que Pujol agotará la legislatura. Jordi Guillot, coordinador de IC, considera que al líder nacionalista le conviene poner tiempo de por medio para curarse de las heridas electorales y para dejar atrás la crisis en el partido y en el Gobierno. Además, Pujol necesita tiempo para rentabilizar su apoyo a González si el PSOE demuestra tener capacidad y voluntad de seguir a flote hasta acabar la legislatura. IC ya tiene designado candidato, Rafael Ribó, y ya se está trabajando en el programa porque, como dice Guillot, aunque Pujol agote la legislatura la precampaña empezará en septiembre.

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En Esquerra Republicana, por el contrario, están convencidos de que las elecciones catalanas se adelantarán a este otoño. "Estamos firmemente convencidos", señala Joan Ridao, portavoz de ERC. Las dudas de Pujol alimentan ese convencimiento, porque el presidente catalán siempre ha sido partidario de agotar las legislaturas. Esquerra se encuentra con que celebra congreso el 9 de julio, por lo que hasta entonces no es posible decidir nada sobre candidatos ni sobre comisiones electorales que empiecen a preparar su campaña. Si nada se tuerce en ese congreso, lo lógico es que Àngel Colom renueve su liderazgo.

En el PP trabajan "a todo vapor" en la preparación de unas elecciones que creen que se adelantarán, dice su presidente regional, Aleix Vidal-Quadras, señalado por José María Aznar como primer candidato a la Generalitat. Para el siempre cáustico dirigente popular, Pujol se mueve en un dilema: "De un lado, la tentación de exprimir el limón de un Gobierno progresivamente más débil para obtener concesiones es muy fuerte. La codicia le tiene muy excitado y González es muy vulnerable a sus exigencias. De otro lado, ha visto que su electorado de siempre le ha dado un toque de atención severo y ha empezado a votar al PP".

Para Vidal-Quadras esto sólo es el principio, porque un electorado "crecientemente irritado" por la alianza con el PSOE le castigará. El punto de vista del líder popular es que en Pujol predominará "el miedo a la pérdida de electores sobre la codicia" y optará por adelantar las elecciones.

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