Los grupos pacifistas y los partidos vascos llaman la firmeza y la movilización contra los violentos

El atentado contra el inspector Enrique Nieto y las agresiones que sufrieron el jueves por la noche en San Sebastián los ciudadanos que testimoniaban su rechazo al secuestro de José María Aldaya han elevado notablemente la tensión en el País Vasco, donde se libra un pulso soterrado entre los grupos pacifistas y las organizaciones de KAS. El Gobierno autónomo, a través del vicelehendakari Juan José Ibarretxe, hizo ayer un llamamiento a la sociedad para que "reaccione con tranquilida y no caiga en la trampa que grupos minoritarios tienden para dar una imagen de intolerancia" en Euskadi. El inspector jefe Nieto permanece en coma profundo en la UVI del hospital Nuestra Señora de Aránzazu.

A la estrategia disuasoria marcada por las contramanifestaciones de KAS, los grupos pacifistas y los trabajadores de Alditrans -la empresa del secuestrado- opusieron ayer el renovado propósito de continuar promoviendo la respuesta ciudadana en la calle."Vamos a seguir luchando para que la voluntad de la mayoría quede patente, vamos a seguir recuperando la calle con valentía y sin caer en las provocaciones, huyendo del enfrentamiento civil", manifestó Cristina Cuesta, portavoz de la asociación Denon Artean. Por su parte, los trabajadores de Alditrans mantienen la convocatoria de una concentración prevista para hoy a las once de la mañana en los jardines de Alderdi Eder.

Los partidos conjugaron la apelación a la serenidad con invocaciones a la firmeza y a la movilización en un momento en el que, según el secretario general del PSE-EE, Ramón Jáuregui, "la lucha por la paz en Euskadi se encuentra en una fase muy delicada". Tras subrayar que el entorno de ETA "convoca contramanifestaciones para amedrentar a la gente, para evitar que acuda a las movilizaciones pacifistas", Jáuregui dijo que en estos momentos "es impresdindible que sigamos llevando el lazo azul por encima de estos matones y chulos fascistas".

A juicio del presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, el enfrentamiento del jueves "no es consecuencia de una supuesta confrontación civil sino del actuar de provocadores profesionales". "El problema vasco no es un contencioso político, sino el que una minoría, chulesca y violenta quiera doblegar a la mayoría", añadió.Investigación

Los distintos cuerpos policiales tratan mientras tanto de atar cabos para establecer las circuntancias del atentado al jefe de la Unidad Antiterrorista de Guipúzcoa y abrir nuevas vías de investigación hacia el Comando Donostia. El gobernador civil de la provincia, José María Jáuregui, indicó ayer que las investigaciones "van por buen camino" y dijo que es posible que el comando que atentó contra Enrique Nieto resida permanentemente en San Sebastián.

Aunque no existe confirmación oficial alguna, la policía sospecha que el autor del atentado Patxi Segurola Mayoz, de 41 años y natural de Usúrbil, supuesto autor asimismo de uno de los anteriores asesinatos del Comando Donostia. La bala que atravesó la cabeza de Nieto ha sido remitida a Madrid para ser analizado, pero el propio director general de la Policía, Angel Olivares, apuntó ayer que ha sido disparado con la misma pistola utilizada en el asesinato del brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría el pasado 10 de mayo y en el del dirigente del PP Gregorio Ordóñez.

Los expertos policiales creen que el Comando Donostia está formado por dos grupos de liberados de ETA, uno de los cuales tendría en su poder a José María Aldaya y contaría con varios grupos de apoyo integrados por elementos legales (no fichados).

A lo largo de la jornada, la última víctima de ETA permaneció sumida en un coma profundo ante la mirada impotente de sus hijas y su esposa. Esta comentaba que su marido pensaba empezar ayer una semana de vacaciones.Pese a haber asumido, la responsabilidad de la lucha anti-ETA en Guipúzcoa meses atrás, Enrique Nieto no adoptaba especiales medidas de seguridad. No llevaba escolta y cubría a pie el trayecto entre su casa y su trabajo. Fan sólo dos días antes del secuestro de Aldaya, el inspector jefe de la Brigada de Policía Judicial empezó a rehuir las cámaras y pidió a informadores gráficos que no le fotografiaran.El presidente del Partido Popular, José María Aznar, que participa en Bruselas en el XI Congreso de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), se refirió también ayer al atentado sufrido por el inspector Enrique Nieto, informa Juan Carlos González. "Nosotros [los partidos democráticos] no nos tenemos que mover un ápice de nuestra posición política, pero sí los que matan o intentan matar", dijo.