El cura de El Escorial dice que le han echado los seguidores de la vidente

Pablo Camacho, de 54 años, párroco de la iglesia de San Bernabé, de El Escorial, hace 18 años, dejará en breve a sus feligreses por orden del arzobispo. Él considera que la jerarquía eclesial ha tomado esta decisión por presiones de los seguidores de la Virgen de los Dolores: personas que creen que la Virgen se les aparece los primeros sábados de mes, a las cinco de la tarde, bajo un fresno de la finca Prado Nuevo.

El párroco de El Escorial (8.700 habitantes) comenta lacónicamente: "Esa gente [los seguidores de la Virgen de los Dolores] me han considerado siempre un estorbo para sus fines". Varias personas cercanas al párroco recordaron ayer: "Don Pablo siempre se ha opuesto a esas monsergas de las apariciones. De hecho, los virginianos [así llaman sus detractores a las personas que creen en estos fenómenos] han estado mucho tiempo sin venir por esta iglesia. Hace años tuvieron algunos enfrentamientos con el Pobre sacerdote. ¡Cómo sufrió por eso! Cuando se puso malo hace unos meses, volvieron a la iglesia aprovechando su ausencia. Incluso su capellán dio algunas misas en la iglesia. Sabían que el cura estaba en el hospital".El párroco aseguró ayer que no deseaba dejar su iglesia "¿Por qué tengo que irme? El vicario dice que por cuestiones de salud, pero yo creo que es porque soy un cura molesto Sólo cumplí la orden firmada por el arzobispo [Vicente Enrique y Tarancón] el 13 de Abril de 1986. Decía que los sacerdotes no debíamos apoyar esas apariciones. ¿Qué ha pasado para que cambien ahora de criterio? Los de Prado Nuevo han recogido firmas contra mí. Y yo no quiero dejar a mis feligreses así".

El abogado del sacerdote, Pablo Camacho (sobrino del cura), anunció ayer que interpondrá una denuncia de derecho canónico contra el vicario episcopal [Antonio Astillero] porque "el procedimiento seguido en este traslado no es conforme a las leyes de la Iglesia". El letrado considera que "los de Prado Nuevo han aportado 30 millones para la terminación de la catedral de la Almudena y ahora exigen su recompensa". Según el abogado, "Tarancón prohibió estas reuniones, y ahora, cuando los virginianos tienen el poder económico, ya se admiten".

Una portavoz de la Hermandad de San Bernabé (entidad religiosa de las mujeres de la parroquia) asegura que se encerrarán el próximo domingo en el templo si "los de Prado Nuevo se salen con la suya". Y añaden: "No dejaremos que se lleven a don Pablo".

Este periódico no pudo conocer ayer la versión del vicario, pero desde la vicaría se aseguró: "El traslado es completamente normal. Le sustituirá un nuevo sacerdote, como él sustituyó en su tiempo al que estaba".

En El Escorial aparecieron ayer algunos carteles donde se pedía que los vecinos se opusieran al traslado.

Seguidores de la vidente Amparo Cuevas manifestaron ayer que ellos no tienen nada contra el cura y que no han presionado para que se vaya.