Un millón del botín de los secuestradores de Vallecas, en paradero desconocido

Trece horas del calibre 38 pueden ahora convertirse en 102 años de cárcel. Los dos autores del secuestro de Vallecas se enfrentan a una colosal petición del fiscal, que exige para cada uno 40 años de prisión por cuatro supuestos delitos de detención ilegal, 10 más por robo y otro por tenencia ilícita de armas. Toda una vida entre rejas. La decisión final depende de la Sala Primera de la Audiencia Provincial, que, a partir de las diez de la mañana del lunes, dirimirá el grado de culpabilidad de Carlos Hugo Blasco García, de 25 años, y Eleuterio Sánchez del Campo, de 32. Los magistrados, además, se encontrarán con una incógnita que, tras año y medio de investigación, nadie ha resuelto. Los acusados, minutos antes de refugiarse en el piso de una familia -que luego mantendrían como rehén durante 13 horas-, habían asaltado un banco del que se llevaron 3.779.291 pesetas en billetes. Tras la resolución del caso, la policía recuperó cerca de dos millones de pesetas. ¿Dónde fue a parar el resto del botín? Antes del veredicto declarara la familia -abuelo, madre y dos hijos- que sufrió en su propia casa el secuestro; los empleados de la caja de ahorros que sintieron el tacto del revólver de los atracadores, y también los dos acusados, una pareja de yonquis que, en una escalada salvaje, inflamaron la noche del 9 al 10 de diciembre de 1993. Una noche de niebla.

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