Un desafío trasatlántico

La idea lanzada a finales de 1994 por Canadá de crear una zona de libre comercio entre Norteamérica y la UE ha sido recogida por EE UU. En su discurso en Madrid, el secretario de Estado, Warren Christopher, ha propuesto a los europeos entablar un nuevo diálogo trasatlántico. (...) Si la propuesta americana concierne en lo esencial a las relaciones entre los dos continentes -políticas, económicas y militares-, parece claro que la relación comercial euroamericana es la principal, si no la única motivación de Washington. Por otra parte, el secretario de Estado no lo ha escondido al enumerar los campos que se beneficiarían de la integración de los dos bloques comerciales. (...) No hace falta ser un experto para comprender que la Administración de Clinton (...) busca volver sobre las concesiones hechas a la UE en la Ronda Uruguay. (...), que han permitido a sectores importantes escapar de las reglas del libre comercio. Estas excepciones tocan intereses vitales de la economía americana. El pacto trasatlántico permitiría conseguir lo que las negociaciones del GATT fueron incapaces de obtener, y sigue siendo prioritario para EE UU: acceder a los mercados. Por tanto, es poco probable que la ofensiva americana llegue a buen término, tan cierto como que muchos, en el seno de la UE, se niegan a que la construcción europea, que también es política y cultural, se reconvierta en una simple zona de libre comercio. 7 de junio