Díez-Hochleitner, nuevo asesor de González para política exterior

Ricard Díez-Hochleitner Rodríguez, de 41 años, embajador en la República Dominicana desde hace año y medio, será nombrado en breve, casi con seguridad, director general del Departamento Internacional de Moncloa que asesora al presidente del Gobierno, Felipe González, en política exterior, según indican fuentes de la Administración. El jefe del Ejecutivo le recibió ayer y le ofreció hacerse cargo del departamento.Díez-Hochleltner sustituirá en el cargo a José Pons Irazazabal, mallorquín de 47 años, que al cabo de cuatro años ha solicitado el relevo por razones personales y será probablemente nombrado embajador en Bonn o en La Haya.

Ambos, diplomáticos trabajarán juntos durante un mes para preparar la presidencia española de la Unión Europea (UE) que empieza el 1 de julio. Pons ha jugado un papel activo en la preparación del semestre español, especialmente en la cumbre de los líderes europeos de Formentor en septiembre.

Experiencia europea

Como todos sus predecesores que han asesorado a González, Díez-Hochleitner tiene una dilatada experiencia en asuntos europeos. Fue durante tres años, hasta diciembre de 1993, director general de Coordinación Técnica Comunitaria en la Secretaría de Estado para la UE. Con anterioridad había desempeñado desde mayo de 1986 en ese mismo departamento el puesto de director adjunto, subdirector general adjunto y consejero técnico.Pons, hermano del presidente del Congreso de los Diputados, Félix Pons, y militante del PSOE, posee también una larga experiencia en temas comunitarios. Fue nombrado en 1983 vocal asesor de la Secretaría de Estado para la Unión Europea antes de ser asesor ejecutivo del entonces secretario de Estado, Manuel Marín, actual vicepresidente de la Comisión Europea.

En 1985 el director del Departamento Internacional de Moncloa, Juan Antonio Yáñez, hizo de Pons su adjunto hasta que Enrique Barón, presidente del Parlamento Europeo, le pidió en 1989 que dirigiese su gabinete. Pons permaneció en Bruselas hasta mayo de 1991, cuando Yáñez fue nombrado representante permanente de España ante la ONU en Nueva York y le propuso para sustituirle.