Los ecologistas culpan a la red eléctrica de la muerte de 500 rapaces al año

Hasta 500 aves rapaces -entre ellas, decenas de milanos reales, buitres leonados, búhos reales y hasta águilas imperiales- perecen achicharradas cada año en las líneas eléctricas de la región. Según los ecologistas, la mayor responsable de esta mortandad, principal causa de desaparición de estas aves, es la empresa Iberdrola. "Con tal de ahorrarse un poco de dinero, Iberdrola es capaz de matar valiosos ejemplares", sostiene la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat).

La distribución de la vegetación en la Comunidad hace que la mayor población de grandes rapaces se dé en el suroeste de la región. Allí es donde la empresa distribuye la energía eléctrica casi en exclusiva, según Luis Carlos Martínez, portavoz de Iberdrola.Las dehesas y encinares, habitat tradicional del águila imperial -pues allí encuentra su principal fuente de alimento, el conejo- están ahora surcados de líneas de media tensión. Según Luis Prada, técnico de la Agencia del Medio Ambiente (AMA), las electrocuciones causan entre el 3 5% y el 60% de las muertes del águila imperial.

En la mayoría de los casos no se encuentra el cadáver. Los depredadores dan buena cuenta de él. Pero en los últimos cinco años se ha constatado oficialmente que al menos 10 ejemplares de águila imperial fallecieron en los tendidos de Iberdrola.

Los ecologistas aún dan cifras más llamativas. Aedenat asegura que todos los años fallecen electrocutadas en Madrid alrededor de 500 aves rapaces, más de la mitad de ellas en líneas de Iberdrola.

Aedenat califica de "absolutamente lamentable" la actitud de Iberdrola por romper la colaboración en la mejora de sus tendidos. Por este motivo, este grupo ecologista ha solicitado que la AMA sancione sistemáticamente a la compañía eléctrica por cada ejemplar que fallezca en sus tendidos. La legislación vigente -Ley para la Protección y Regulación de la Fauna y Flora Silvestre- incluye multas de hasta 50 millones de pesetas.

Hace casi dos meses, la AMA solicitó autorización a Iberdrola para modificar los tramos más peligrosos de sus tendidos, en concreto, los situados en los términos municipales de Navalagamella (732 habitantes), Colmenar de Arroyo (682), Villamantlilla (321), Villanueva de Perales (401), Quijorna (745) y Batres (537). Todavía no ha habido respuesta, aunque Luis Carlos Martínez asegura que se está estudiando ahora la propuesta. "Nuestra empresa es muy sensible con el tema de las aves. En Bruselas nos acaban de dar un premio por un novedoso sistema robotizado para balizar los cables con salvapájaros que eviten la muerte por colisión", asegura Luis Carlos Martínez.

Iberdrola afirma que ya han señalizado seis líneas en toda España, una de ellas, de 24 kilómetros de longitud, en Madrid (entre San Sebastián de los Reyes y Meco).