_
_
_
_

Pescar en caladeros ajenos

Dos de cada tres kilos depescado desembarcado en puertos españoles proceden de aguas de otros países

La falta de un acuerdo con terceros países ha provocado en los últimos tiempos graves conflictos en el sector de la pesca, tanto para los buques congeladores que operaban en aguas de NAFO como para la flota de bajura que lo hacía en el caladero marroquí. A pesar del gran eco popular de estos dos conflictos, lo cierto, sin embargo, es que se no trata de situaciones extraordinarias. Los apresamientos, las expulsiones y los amarres están intimamente ligados a la historia del sector en España y responden a su propia realidad: muchos barcos, elevada demanda de pescado, escasez de recursos propios y necesidad permanente de buscar otros caladeros en todo el mundo. Aunque el objetivo deba ser mantener al máximo la actividad pesquera, la reconversión de la flota se perfila como la única salida a medio plazo.España, con un censo de 20.000 unidades y casi 600.000 Toneladas de Registro Bruto (TRB), posee la mayor flota pesquera de la Unión Europea y se halla igualmente a la cabeza de los países en cuanto a sus niveles de capturas. Frente a los más de 100.000 trabajadores embarcados de hace una década, la pesca ocupa hoy directamente a unas 85.000 personas, de las que más de 33.000 corresponden a Galicia, seguida de Andalucía con más de 15.000 personas.

Este nivel de ocupación en el mar tiene un efecto indirecto muy importante en tierra, tanto en industrias auxiliares como en el sector de la industria de transformación, con un empleo superior a las 425.000 personas. En conjunto, directa o indirectamente, el sector de la pesca y la industria derivada o auxiliar dan empleo a más de 500.000 personas -en torno al 4,2% de la población ocupada- que suponen el eje de la actividad en muchas zonas costeras. El valor de las capturas en primera venta de 1,4 millones de Toneladas se sitúa en algo menos de 300.000 millones de pesetas, mientras la venta del producto final se eleva a más de 1,5 billones de pesetas.

El sector pesquero produce en torno a los 1, 5 billones de pesetas anuales, lo que viene a ser alrededor del 2% del PIB nacional. Si sólo se tiene en cuenta el precio en origen (en lonja) la cifra se reduce a unos 300.000 millones de pesetas.

Este teórico potencial de la flota pesquera española no responde, sin embargo, exactamente a su situación real fundamentalmente por dos razones: la gran disparidad de los barcos y su problemática, así como la falta de caladeros suficientes para atender las necesidades del mercado interior con un consumo de 48 kilos por persona y año.

La flota española, tras los ajustes realizados ya en los últimos años desde el ingreso en la Unión Europea, está compuesta por unas 19.000 unidades. Sin embargo, no se puede hablar de una, sino de muchas flotas con problemas diferentes en función de sus dimensiones y los caladeros más cercanos.

Una gran parte de esos casi 19.000 barcos, 16.740, se hallan faenando en los caladeros nacionales. Estos barcos de pequeño porte, miles de ellos sin motor, suponen el 87% de toda la flota, pero menos del 30% del TRB total de la misma y realizan solamente una tercera parte de las capturas. El problema para esta flota donde trabajan directamente embarcados 52.300 persona, el 62% de todos los tripulantes el sector, es la falta, de posibilidades de pesca en los caladeros nacionales, lo que puede suponer en los próximos años un duro ajuste por la vía de los abadonos y el desguace.

Los caladeros comunitarios ofrecen hoy posibilidades de pesca para unos 1.000 barcos con 108.000 TRB que ocupan a más de 13.000 personas embarcadas. En los últimos años también se la producido un importante ajuste con reducción de más de 80 barcos ante las exigencias de Bruselas. Actualmente, tras el acuerdo para la plena integración pesquera en la UE a partir de 1996, ya se trata de una flota con caladeros asegurados, aunque se considera que seguirá el ajuste de barcos.

Finalmente, un tercer segmento de la flota está compuesto por los 1.140 barcos que faenan en aguas internacionales, con más del 50% del total de TRB y con unos 20.000 tripulantes. En este colectivo, hay dos tipos de barcos netamente diferenciados. Los de gran altura y los del caladero marroquí. Los de gran altura, unos 500, pescan en los caladeros más lejanos tanto en aguas internacionales fuera de las 200 millas como en caladeros de otros países gracias a los 14 acuerdos suscritos por la Unión Europea.

Flota cautiva

El otro colectivo es el compuesto por los barcos medianos que operan sobre todo en el caladero de Marruecos. En su mayor parte, se trata de una flota cautiva que solamente puede trabajar en ese caladero. Esta es una de las causas por las que Marruecos endurece, acuerdo tras acuerdo, sus condiciones. Las salidas, además de una negociación fuerte por parte de la Unión Europea, pasarían también por una transformación progresiva de esta flota para que ganase en independencia con posibilidad de ir a otras aguas.Para el conjunto del sector de la pesca, en este momento está en marcha el plan de flota, por el que se prevén hasta 1999 unas inversiones superiores a los 400.000 millones de pesetas con, unas subvenciones comunitarias de 185.000 millones. El objetivo de este plan es modernizar y lograr un ajuste de la flota a las posibilidades de pesca en todas las aguas. Con este objetivo, se establecen ayudas para modernizar en este periodo 1.820 barcos, construir 1. 390 y desguazar otros 900 barcos. Además de ello, hay dinero para constituir 59 empresas mixtas en otros países (sacar flota bajo otras banderas) y constituir otras 36 empresas temporales.

A medio plazo, la falta de caladeros va a suponer que cada día habrá menos barcos bajo pabellón español, posiblemente también menos tripulantes según las exigencias de cada país donde se pesque, aunque, en principio, no se vayan a reducir las capturas desembarcadas en España. A medio plazo, el riesgo es que los países con caladeros propios donde se pesca con acuerdos exijan también que los desembarcos se hagan en sus tierras. Contra este riesgo, el arma que puede utilizar la Unión Europea es condicionar el acceso al mercado comunitario de la pesca al acceso de la flota a esos caladeros.

Con una flota de 20.000 unidades, el objetivo de la actual política de pesca es ajustar la misma a las posibilidades de capturas. Aunque, mientras España reduce flota en función de sus recursos o cuotas, otros países comunitarios en base a sus cuotas hayan potenciado la suya pescando en muchos casos para vender en el mercado español.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_