La Coruña soñó 15 minutos
El sueño duró 15 minutos. Durante toda la tarde, La Coruña no había abandonado su escepticismo: poca gente en los bares y un ambiente que denotaba escaso entusiasmo. Hasta que Bebeto logró el empate. En ese momento, la ciudad rugió y todos los milagros parecieron posibles. La imagen del pecho descubierto de Zamorano agotó las últimas esperanzas.El ambiente en La Coruña no era ni mucho menos el de las grandes ocasiones. El golpe sufrido el año pasado sigue actuando como antídoto contra el exceso de ilusión. La gente no demostró mucho ardor.
El gol de Bebeto pareció abrir el camino de la hazaña. "Están muertos de miedo. Hay que aprovecharlo", gritó la gente ante los televisores abandonando la frialdad que mantenía hasta entonces. Poco después Buyo detenía un enorme zapatazo de Donato y la hinchada maldijo al unísono el origen gallego del portero madridista. Hasta que Zamorano provocó el silencio en toda la ciudad y todo volvió a la normalidad.
La verdadera fiesta está aplazada hasta la final de la Copa del Rey, el último sueño del Deportivo para esta temporada.
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