Serra amonesta a Borrell por oponerse a traspasar las costas a la Generalitat
El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, dio ayer un toque de atención al ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, por su público rechazo a que la Generalitat de Cataluña tenga competencias en costas y telecomunicaciones. Tanto las declaraciones de Borrell como la decisión del Gobierno de presentar en las Cortes la nueva ley del aborto este mismo mes originaron ayer una marejada política en CiU. Un portavoz de Unió declaró que van a presionar a Jordi Pujol para que no apoye los Presupuestos del Estado de 1996.
Las relaciones entre el Gobierno y CiU atraviesan un "periodo de turbulencias", según definición del propio presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Joaquín AImunia. El anuncio de Belloch de presentar la ley del aborto antes del 30 de junio y la oposición pública de Borrell a ceder competencias a la Generalitat en materia de costas y telecomunicaciones generaron ayer malestar en las filas de los nacionalistas catalanes.El prudente portavoz de CiU en el Congreso, Joaquín Molins, lanzó un aviso al señalar que su apoyo al Gobierno dependerá del cumplimiento de los acuerdos. Molins acababa de acordar con Almunia el desbloqueo de las conversaciones sobre las telecomunicaciones y las costas cuando se enteró de las declaraciones en contra de Borrell.
Estas declaraciones molestaron también a Almunia, que llamó por teléfono a Borrell para encontrarse con que el ministro estaba a su vez descontento por no haber sido informado de las citadas conversaciones. En las filas socialistas existía un reproche generalizado hacia la evidente falta de coordinación entre el Gobierno y el Grupo Parlamentario.
También Serra aprovechó la reunión de la comisión delegada de asuntos económicos, celebrada por la mañana en el Congreso, para dar otro toque de atención a Borrell, aunque el vicepresidente reconoció al ministro que la cesión a la Generalitat de las competencias de costas y telecomunicaciones no figuran en el pacto acordado en febrero entre el Gobierno y CiU.
Borrell, al finalizar la reunión de la comisión delegada, manifestó que no quería volver a pronunciarse sobre el tema para "no contribuir a aumentar el malestar de nadie", pero aclaró que "ningún diputado de CiU" le puede acusar de romper los compromisos. "Ayer oí decir a un diputado de CiU que había que respetar los compromisos, algo en lo que estoy de acuerdo, pero que yo sepa no hay ningún compromiso sobre la ley de costas. Todo se puede modificar, aunque para mí está bien como está", dijo Borrell.
Serra quitó importancia al conflicto y, al finalizar la reunión de la comisión delegada, dijo que "la palabra de Pujol [sobre el respaldo de CiU al Gobierno] es inequívoca". Serra, que conversó telefónicamente con Pujol el martes, añadió que Gobierno y CiU resolverán los asuntos pendientes.
Almunia pronosticó que en este conflicto "la sangre llegará al río" y que no habrá ruptura entre el Gobierno y CiU. Ambos asuntos se encauzarán a través del grupo socialista y antes del 30 de junio se tomará una decisión sobre las condiciones para ceder esas competencias a la Generalitat. "Lo que no está en el pacto debe negociarse", dijo un alto cargo del Ejecutivo.
Tampoco cree Almunia que el proyecto de ley del aborto pueda romper el pacto Gobierno-CiU. El presidente del grupo socialista recordó que éste es un compromiso electoral del PSOE. No obstante, Unió Democrática de Catalunya, el partido coligado con Pujol, ha expresado su oposición a dicha ley, oposición a la que ayer se unieron el PNV y un socialista, Francisco Vázquez, quien advirtió que no votará a favor de ella porque es "creyente y practicante".
"Se están sembrando vientos que un día acarrearán tempestades", pronosticó ayer en Palma de Mallorca el líder de Unió, Duran Lleida, quien advirtió al Gobierno y al PSOE que "no está dispuesto", ni tolerará, la formación de "otras mayorías alternativas" en el Parlamento. Duran intuye "consecuencias graves" si el Ejecutivo articula acuerdos al margen de CiU que sirvan para aprobar leyes de importancia, como la de ampliación del aborto, que se escapan al consenso previo establecido entre la coalición catalana y los socialistas. Sus palabras iban dirigidas exprexamente contra Borrell y Belloch.
En declaraciones a la cadena Cope, Jordi Pujol comentó en relación con el proyecto de ley del aborto que presentará próximamente Belloch: "Nos van a crear un problema". "Ya nos avisarán si los socialistas prefieren no negociar con CiU y hacerlo con Izquierda Unida", sentenció.
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