Volver a vivir

Esthepan es un refugiado bosnio que me ha pedido que escriba esta carta, que intente llamar la atención como española sobre el problema que sufren los emigrantes en un país extranjero. Viste ropas rotas y sucias, está muerto de frío y va cargado de bolsas y de esperanza. Me llamó la atención que en un país como éste, tan lleno de desesperanza y desencanto, una persona que se defina a sí mismo como un "condenado" te pueda transmitir tanta esperanza, a pesar de que los transeúntes no consigan comprender por qué una chica española habla con un indigente. No atienden a su llamada de socorro, ignoran que pide algo legítimo, que está recogido en nuestra Constitución en los artículos 6 y 7, referentes a la ciudadanía (como él mismo me señala, ya que es abogado). Esthepan sufre diariamente la xenofobia, el rechazo laboral, además de la miseria y el desarraigo, aunque nunca antes hubiese sido calificado como desheredado, ya que pertenecía a la clase alta de un país europeo que fue destino para unas vacaciones ideales. Sin embargo, hoy, como tantos, está en la cola de las prioridades: nadie tiene en cuenta a esta bolsa que llena las ciudades, porque nos recuerdan nuestros propios miedos y egoísmos, nos hacen sentir mal por disfrutar de más de lo que necesitamos y por nuestra indiferencia culpable.Con esta carta sólo persigo hablar por Esthepan, ser su voz, para apoyarle en la búsqueda de la ciudadanía, del comienzo y de la oportunidad de volver a vivir.-