La derecha mexicana arrasa al PRI en las elecciones para gobernador del Estado de Guanajuato

Mérida Triunfo del Partido de Acción Nacional (PAN). Ése es el resumen de la jornada electoral del domingo en los Estados mexicanos de Guanajuato y Yucatán. En el primero, como preveían los sondeos, el candidato panista, Vicente Fox, arrasó al lograr el 60% de los votos frente al 30% del candidato priísta. En Yucatán, donde los sondeos anunciaban la victoria del partido oficial, el PRI mantenía anoche una ligera ventaja sobre sus rivales cuando apenas se habían escrutados un tercio de los votos escrutados.

El programa de Resultados Preliminares falló, con lo que no hubo datos oficiales en Yucatán. Con Guanajuato, el PAN logra su segunda victoria este año (tras vencer en Jalisco) y su quinto Estado desde 1989La capital de Yucatán, Mérida, registró una afluencia regular de votantes en un ambiente de tranquilidad. Sin embargo, en los municipios del interior del Estado, la compra del voto fue perceptible, aunque las dos fuerzas políticas que competía n por la gobernaduría, el PRI y el PAN, evitaron pronunciarse sobre la calidad de la elección. La tensión aumentó a la hora del cierre de los colegios electorales ante el temor de que grupos de provocadores se amotinasen para facilitar el robo de las urnas o intimidar durante el escrutinio. El candidato panista Luis Correa adelantó que si se detecta un número de irregularidades importante pedirá la anulación de la votación.

En la avenida de Juárez de Guanajuato, pocos detalles revelaban que se trataba de una jornada electoral. El centro de la ciudad, patrimonio artístico de la Unesco, estaba limpio de carteles electorales después de un pacto entre los contendientes.

En León, centro industrial del Estado de Guanajuato y feudo panista, el ambiente era de absoluta calma. Las cafeterías, a pesar de una ley seca a menudo violada, estaban mucho más llenas que los colegioselectorales. En Yucatán, sin embargo, la calma era más aparente que real. La llegada de un tren con 600 soldados, procedentes de Tabasco y Campeche, dejaba entrever que la Administración del Presidente Ernesto Zedillo, que se ha mantenido pública mente al margen del proceso electoral, no descarta que una votación muy cerrada pueda degenerar en conflicto.

En medios políticos de Mérida preocupa que la diferencia de votos entre el candidato panista Luis Correa y el aspirante oficialista Víctor Cervera sea del 1% o del 2%. Aunque Cervera descartó que Zedillo recurra a otra negociacicón con el PAN (principal preocupación del priísmo estatal) procuró dejar claro que "los problemas de Yucatán son yucatecos".

Atar cabos

Recelos parecidos se dieron en los 4.400 puntos de votación de Guanajuato. Un despliegue que, junto a la organización de los comicios por el autónomo Instituto Estatal Electoral, ató todos los cabos para evitar fraudes y quejas de los contendientes que, no obstante, se produjeron. El más relevante de ellos fue un recuento rápido del PAN que salió a la luz temprano y le daba un 50% de los sufragios frente a un 30% para el PRI. Los priístas se quejaron amargamente de esta "actitud irresponsable". El contraataque del panismo no se hizo esperar. El senador Alfredo Ling Altamirano hizo pública una denuncia contra el aspirante del PRI, Ignacio Vázquez Torres, por "proselitismo e inducción al voto".

El fraude parecía imposible. Papeletas con claves numeradas, listados con fotografias del votante y la presencia de mil observadores hacían muy complicada cualquier triquiñuela.