Otro hombre salta la valla de la Casa Blanca
Otra persona saltó ayer la valla de la Casa Blanca, aunque ésta estaba desarmada. Fue detenida inmediatamente y sin violencia y, por tanto, no supuso ningún peligro para el presidente y su familia. Lo que sí supuso es la prueba de que Bill Clinton puede encontrarse con muchos de estos visitantes imprevistos en el futuro, y que alguno de ellos puede tener peores intenciones que la de llamar la atención.El intruso de ayer fue Andrew Jopling, sobre el que a media tarde sólo se había informado que era un hombre blanco al que no se le encontró ningún arma en el momento de la detención. Jopling fue atrapado por los agentes de seguridad cuando escalaba la valla de la pared Este de la Casa Blanca por razones todavía desconocidas. Minutos antes se encontraba entre los turistas que hacían cola para visitar la zona de museo de la residencia presidencial. Nadie resultó herido en el incidente.
El martes pasado otro hombre -Leland Modjeski, un parado de 37 años con impulsos suicidas-, penetró de noche en el jardín de la residencia presidencial y fue herido en un brazo al ser capturado por el servicio secreto. Al parecer, su intención era protestar por el cierre de la avenida Pennsylvania, que había sido clausurada al tráfico el sábado anterior precisamente para reforzar la seguridad de la Casa Blanca.
El año pasado, en uno de los cuatro incidentes ocurridos en la Casa Blanca, un hombre disparó contra la fachada de la residencia con el propósito de matar al presidente por la prohibición de cierto tipo de armas de fuego. Los motivos de sus acciones pueden variar, pero. lo que parece claro es que el hostigamiento de la Casa Blanca se ha convertido en el gesto de protesta preferido en Estados Unidos.
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