Ardanza tilda a los etarras de "Iadrones, que lo unico que pretenden es robar"

La negativa de José María Aldaya a ser extorsionado por ETA es la razón que ha esgrimido la banda terrorista para privar de libertad a un ciudadano vasco. La familia y el Gobierno vasco aseguran que jamás recibió una petición en este sentido. El lehendakari, José Antonio Ardanza, tachó de "ladrones" a los miembros de ETA, que, según indicó, "lo único que pretende es extorsionar y robar". Los expertos antiterroristas creen que el siguiente paso de los secuestradores será ofrecer a la familia una prueba de que Aldaya está vivo.

En un comunicado que publicó ayer el periódico Egin se afirma que Aldaya ha sido secuestrado por "negarse a efectuar la aportación económica requerida para sacar adelante la lucha por la liberación de Euskal Herria" y se amenaza al resto de los empresarios vascos. El candidato del PNV a la alcaldía de San Sebastián, Antton Market, afirmó que, si fuera cierto que Aldaya se negó a pagar el impuesto revolucionario, "sería para felicitarle", y calificó de "miserable" a ETA.El consejero de Justicia y Trabajo, el socialista Ramón Jáuregui, aseguró que, con su comunicado, ETA ha dejado claro lo que pretende con el secuestro de Aldaya: "Atacar al empresariado, amenazar nuestro futuro y traernos la ruina". Jáuregui expresó su deseo de que los empresarios no hagan caso de las amenazas de la organización terrorista. "Lo que espero es que los empresarios reaccionen con valentía y eviten caer en el error de la debilidad, porque eso lo único que hace es retroalimentar la propia violencia contra ellos y contra el pueblo vasco".

El portavoz de la familia, el sacerdote Inaxio Altuna, aseguró ayer que Aldaya no recibió ninguna petición del denominado impuesto revolucionario. "No es cierto lo que dice ETA, y la familia no dispone de medios económicos para responder a una petición de dinero", indicó.

La patronal vasca pidió ayer al colectivo empresarial que "se mantenga firme y unido" y que no ceda ante las amenazas y extorsiones de quienes sólo pretenden atemorizarnos a todos". El comunicado de ETA es interpretado por Confebask como "una nueva muestra del grado de fanatismo, intolerancia y absoluto desprecio que esta banda de delincuentes siente por la vida, el esfuerzo y la libertad del pueblo al que, cínicamente, dice defender".

En el escrito de ETA se dice que, para respaldar la lucha, no es suficiente con las aportaciones que realizan los ciudadanos de su sueldo, y por ello, "aquellos que se han beneficiado de la situación económica de sometimiento del Estado español deberán responder también a las necesidades económicas y esfuerzos que requiere la lucha". La amenaza vertida a los empresarios vascos ha sido rechazada por todos los dirigentes políticos y las asociaciones empresariales.

El sacerdote Inaxio Altuna pidió ayer a los secuestradores que envíen a la familia algún dato que le permita saber cómo se encuentra José María Aldaya, ya que "ahora sólo sabemos que lo tiene ETA, y lo que queremos es tener algún dato de cómo se encuentra".

"Les pedimos una palabra suya, directa o indirectamente", indicó el portavoz. Altuna mantiene que Aldaya nunca había recibido una petición de dinero para ETA y que la única realidad es que "la familia no dispone de medios para respaldar una petición económica".

El consejero de Interior, Juan María Atutxa, respaldó estas afirmaciones del portavoz cuando manifestó que "ETA miente, porque nunca pidió dinero a Aldaya antes de secuestrarle; roba la libertad de un vasco y su patrimonio". Para Atutxa, los terroristas lo único que pretenden es "robar a la familia Aldaya, dejar en paro a los trabajadores de Alditrans y amenazar a los empresarios".

Los trabajadores de Alditrans, empresa propiedad del secuestrado, se manifestaron en silencio junto a la escultura de la Paloma de la paz en San Sebastián.