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El dirigente de HB Zubimendi, en libertad tras ser juzgado por insumisión

La Justicia vasca pudo juzgar ayer finalmente al insumiso Mikel Zubimendi. El parlamentario de HB y miembro de la coordinadora KAS quedó en libertad después de que el Tribunal Superior del País Vasco le juzgara por negarse a realizar el servicio militar obligatorio. Zubimendi se negó a responder al tribunal y se limitó a explicar los "malos tratos" que había recibido por parte de los ertzainas que le detuvieron en la noche del martes en Tolosa (Guipúzcoa) y por los agentes que le trasladaron a la prisión de Basauri (Vizcaya)."No soy un delincuente y no voy a responder al interrogatorio de este tribunal. Mantengo un actitud

[la insumisión] que está bien vista por la sociedad y por la juventud vasca. Le pido al fiscal que se haga eco de las exigencias de esta sociedad y que no le dé la espalda". Estas fueron las únicas palabras pronunciadas por Mikel Zubimendi en relación con el delito por el que fue juzgado ayer en Bilbao. El resto de su discurso estuvo dirigido a desprestigiar a la Ertzaintza con una clara intención de sembrar la duda sobre la detención efectuada el martes por efectivos de este cuerpo cuando se dirigía a un mitin de HB.

El presidente del alto tribunal vasco, Juan Bautista Pardo, dejó hablar en todo momento a Zubimendi, quien se dirigió a la sala en euskera. Además de la familia del encausado, se encontraba presente una representación de la Mesa Nacional de HB, encabezada por el también parlamentario vasco Karmelo Landa.

Con unos pantalones vaqueros, el pelo indomable y una cazadora negra, Zubimendi, para el que la fiscal pidió dos años, cuatro meses y un día por su negativa a hacer la mili, denunció los presuntos "malos tratos" a los que fue sometido durante la detención. "No me enseñaron ninguna orden de detención ni me pidieron el carné. Los cuatros ertzainas utilizaron medios muy desproporcionados. Me tiraron salvajemente del cuello, me apretaron fuertemente las esposas y eso que en ningún momento puse resistencia alguna", relató. Los

malos tratos" se sucedieron hasta el traslado a la cárcel de Basauri y Zubimendi indicó que tenía en su poder un "certificado del médico de la prisión que avala todo esto".

Tanto el Fiscal como la defensa pidieron que se dedujera testimonio y que se investigaran estos hechos, lo que fue ordenado por el juez. Zubimendi se negó después a responder a ninguna pregunta, pidió permiso para abandonar la sala y fue despedido con una salva de aplausos y un apretón de manos de Landa. De allí fue trasladado a la prisión de Basauri y horas después fue puesto en libertad.

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