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El manifiesto a favor del castellano recoge 50.000 firmas

Un año después, el inicial Manifilesto de los 14.000 ha llegado a las 50.000 firmas. Sus promotores, la Asociación por la Tolerancia y contra la Discriminación, dieron a conocer la cifra en un acto celebrado el sábado en Barcelona. Como hace un año, la asociación sigue sin dar a conocer la identidad de quienes suscriben el texto, pero garantizan que su número está registrado ante notario.Como hace un año, Antonio Robles, primer firmante del Manifiesto; Rafael Ávila, responsable de la Asociación de Profesores por el Bilingüismo, y Ángela Diest, presidenta de Cadeca, llevaron la voz cantante. Sus reivindicaciones siguen siendo las mismas: que los padres catalanes puedan elegir para sus hijos alguna de estas tres opciones lingüísticas en la escuela: a) castellano como lengua vehicular y catalán desde el primer año; b) bilingüismo y c) catalán como lengua vehicular y castellano desde el primer año. Este planteamiento se contradice con la Ley de Normalización Lingüística, que señala al catalán como la lengua vehicular de la enseñanza.

Respecto al año pasado, hubo sin embargo algunas novedades: una rebaja en el tono clandestino, agazapado, de los participantes -casi nadie evitó dar su nombre al explicar su circunstancia- y un cierto incremento del aparato publicitario: se vendían carteles con el texto del Manifiesto y gorras y camisetas estampadas con la letra ñ, símbolo de la reivindicación castellanista.

Novedad fueron también los premios que ha instituido la asociación. El de la Tolerancia para el escritor y catedrático de Periodismo Iván Tubau; el de la Intolerancia para el consejero de Enseñanza, Joan Maria Pujals, y el del Converso de Oro para el periodista Luis del Olmo. Obviamente, Tubau fue el único que recogió su premio. Y habló apasionado y bilingüe para denunciar que todo nacionalismo es pernicioso y para objetar sus reservas culturales y éticas a la inmersión lingüística. El escritor, que se mostró contrario al doble circuito -escuelas catalanas y escuelas castellanas-, cree que la solución del problema pasa por el establecimiento de un bilingüismo escolar estricto: la mitad de las asignaturas en catalán y la otra en castellano.

Antonio Robles dijo que la recogida de firmas no cesará e insistió en su voluntad de recoger adhesiones suficientes en Cataluña y en el resto de España para que pueda prosperar alguna iniciativa parlamentaria. Sólo un militante de relieve de un partido político estuvo presente: Julio Villacorta, miembro del consejo nacional del PSC.

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