Tenía varias vértebras rotas
El cuarto toro de la tarde, al que hubo que apuntillar tras recibir la primera vara del picador Rafael Muñoz, de la cuadrilla de Ortega Cano, tenía varias vértebras rotas. Así pudieron comprobar en el desolladero los veterinarios y miembros de la cuadrilla de Ortega Cano, entre ellos el propio Muñoz, donde fueron a ver qué había pasado.No obstante, fuentes veterinarias señalaban que también pudo influir el enorme golpe que segundos antes se había dado el toro contra el burladero del 6, tras ser citado antireglamentariamente desde dentro por un banderillero. "Salió descoordinado del tercio posterior y ya con el puyazo sufrió la claudicación de las vértebras", dijo un facultativo al respecto.
Muñoz, que no había hablado con Rafael Corbelle, apoderado de Ortega Cano, tras el percance del toro, explicaba a éste lo sucedido a la salida de la plaza y momentos antes de subir al coche de cuadrillas: "Le he puesto la puya y ha hecho un ruido muy extraño. Algo así como ¡raaaaaggg!, como si se estuviera rompiendo algo por dentro. Fue impresionante".
También Ortega Cano se refería a esta cuestión, ya en el hotel después del festejo, al ser entrevistado: "Mala suerte, porque el picador lo descordó de forma involuntaria, como me ha dicho tras acercarse al desolladero a verlo". El de Cartagena creía que ese toro iba a servir para la muleta: "Dentro del mal juego en general del encierro de Los Bayones, a mí me pareció por lo que había hecho hasta entonces que se le podría sacar faena".
El matador añadía que él se encontraba más caliente y centrado en ese momento que con el primer toro, "que era noblote pero me lo dejé un poco crudo en el caballo y venía con cierta violencia, por lo que no pude acoplarme como quería". Sus últimas palabras eran para señalar que "tampoco el público tuvo la paciencia de esperar un poco a ver si me hacía con la embestida. Últimamente se me mide y exige muchísimo en esta plaza".
Jesulín explicaba que también había sentido algunos gritos y comentarios desagradables durante sus dos faenas: "Pero sólo del clásico sector que uno tiene siempre en contra aquí".
Babelia
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