Serra sube el tono de la campaña y emplaza al PP a "tener la gallardía" de explicar su reforma fiscal

"Tengan gallardía y defiendan su reforma fiscal". El PSOE aprovechó ayer el enredo en se ha metido el PP con su programa de gobierno para golpearle con dureza en plena campaña electoral. El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, abrió brecha en el Congreso. "No escondan su reforma, ya sabemos que es para reducirle impuestos a los ricos", espetó. Desde Oviedo le secundó el ministro José Borrell: "Son unos cachondos y unos embaucadores. Piden que primero se les deje gobernar y luego ya darán explicaciones". El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, intentó frenarles desde Santander. Pero tuvo que reconocer que, en caso de llegar a La Moncloa, piensan eliminar varias desgravaciones en el impuesto de la renta, y añadió otro dato para la confusión: "Es absurdo plantearlo en términos de ricos y pobres, los ricos no pagan el IRPF".

Expliquen sus políticas porque podrá haber debate político en este país", se quejó Narcís Serra al diputado José Manuel Fernández Norniella. El vicepresidente del Gobierno exigió al Grupo Popular en el Congreso que tenga la "gallardía" de explicar y defender su política impositiva, "que esconde", dijo, "cuando se sabe que es para recaudar impuestos o o reducírselos a los ricos".El debate giraba sobre la privatización de empresas públicas, y Norniella había hecho una doble acusación al Gobierno: "Venden que se han quedado sin un duro, y lo hacen en favor de sus amiguetes". Puso como ejemplo Galerías Preciados.

Serra replicó que todas las privatizaciones se "han tomado en la dirección que beneficia al país". Y contraatacó. "Lo único que se sabe de las previsiones del PP en materia de empresas públicas es su intención de recaudar dos o tres billones de pesetas en privatizaciones". "No oculten su programa", insistió a los populares.

El reto lo recogió en Santander Cristóbal Montoro, portavoz del en la comisión de Economía del Congreso, quien intentó vender la reforma fiscal de su partido desde el punto de vista contrario. "Algunas desgravaciones, dijo, "son irrenunciables", como la de vivienda, la familia y las del ahorro y las del mecenazgo. La permanencia de las restantes, advirtió, "debe estudiarse".

"Desaparecerán o no en función del estudio que se haga para conocer qué grupos sociales se están beneficiando en concreto y después de determinar su efica", prosiguió Montoro. Luego fue más claro y confirmó la información publicada en EL PAÍS : los planes del PP se basan en reducir el impuesto sobre la renta, y eso se consigue, apuntó, cambiando la base imponible, las tarifas y modificando las desgravaciones". "Nuestro proyecto pretende que se pague menos y en ese nuevo supuesto algunas desgravaciones tendrían mayor sentido".

"Es la política de Juan sin Tierra frente a Ricardo Corazón de León", ironizó en Madrid el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, quien subrayó que el PP quiere beneficiar a los que tienen más renta, lo contrario de lo que ha hecho, hace y seguirá haciendo la izquierda".

Basta de demagogias

"Es absurdo plantearlo en términos de ricos y pobres", opinó Montoro, "porque los ricos no pagan el IRPF". "Ya está bien de demagogias. Éste es un impuesto que lo están pagando los trabajadores y de lo que se trata es de revisar un impuesto que está gravando el trabajo y el empleo".

La polémica fue de inmediato a más. "Lo que hay que hacer es una política de reparto de los impuestos, para que se invierta más en las comunidades más necesitadas", terció el ministro José Borrell, que participaba en un mitin en La Felguera (Asturias). Ya en el Congreso, Borrell confirmó que el Gobierno también tiene intención de modificar las desgravaciones fiscales, aunque matizó que será en otra dirección. Se dedicarán ayudas fiscales y presupuestarias a la vivienda de protección oficial de alquiler "en detrimento de las que se destinan a adquisición de casas". No quiso concretar más. "Lo estamos discutiendo con Hacienda y todavía no hay nada decidido".

Fuentes de Hacienda afirmaron que, en todo caso, el aumento de las ayudas para alquiler sugerido por Borrell tendría que ser compensado, obligatoriamente, por una disminución, al menos de la misma cuantía, de las ayudas para compra de vivienda.

Todas las explicaciones de los populares no sirvieron, sin embargo, para que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, diese una opinión, informa . Se negó a hacerlo porque, dijo, la formulación del PP es "muy vaga e indefinida" y "está planteada con cierta confusión: ahora sí recortamos

[desgravaciones], ahora no". "Ya nos lo explicarán en su momento".

"Sobre las cosas que se puedan decir en una campaña electoral municipal sobre cuestiones fiscales creo que no nos debemos meter, porque un día se puede decir A y otro B. En cambio, lo que se discute en el Congreso es lo que va a misa, es lo que se vota y queda plasmado en una ley", declaró.

"Todo lo que se dice para que salga en la prensa queda muy viciado", agregó Pujol rehuyendo meterse en una polémica iniciada precisamente con el anuncio de José María Aznar en un periódico -El Mundo- de que rebajaría la cuota máxima del IRPF al 40%. Su compañero de partido Miquel Roca sí lo hizo.